El Reglamento Penitenciario establece que todos los centros de reclusión deben llevar un registro minucioso de las visitas, abarcando tanto a familiares y amigos como a los abogados de los reclusos, tal como sucede en Soto del Real (Madrid), donde Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, fue encarcelado provisionalmente por orden del Tribunal Supremo dentro de la investigación del ‘caso Koldo’ por presunta corrupción.
INFORMAR DE VISITAS, NO DEL CONTENIDO
El 3 de julio, la UCO solicitó a las prisiones «ser informada de las visitas que reciba el interno, a poder ser con antelación a que se produzcan». En caso de visitas inesperadas, como las de abogados, requerían «ser informados lo antes posible», destacando que lo relevante es saber «quién y cuándo» se realizan las visitas, no así su contenido.
RESPETAR AL MÁXIMO LA INTIMIDAD Y LIBRO DE REGISTRO
El Reglamento Penitenciario dicta que los centros deben «respetar al máximo la intimidad» de los internos y que todas las comunicaciones deben registrarse en un «libro de registro», donde se anotan detalles como el día, hora, nombre del interno y datos de los visitantes. Específicamente, las comunicaciones con abogados se llevan a cabo en locutorios especiales y «no podrán ser suspendidas o intervenidas, en ningún caso, por decisión administrativa», según el artículo 48.3 del reglamento.
ABOGADOS SEAN O NO DEFENSORES DEL INTERNO
El reglamento permite la comunicación con abogados incluso si estos no son oficialmente los defensores del recluso, siempre que el interno los haya solicitado expresamente. Además, el artículo 48.2 establece que se debe presentar una autorización para dichas comunicaciones, ya sea del juez de Vigilancia o de la autoridad judicial, dependiendo del estatus del recluso.