Reyes Rigo, la única representante española detenida en Israel como parte de la Global Sumud Flotilla, ha negociado con la Fiscalía la reducción de los cargos imputados y su deportación está programada para este sábado, según ha reportado ‘Yedioth Ahronoth’.
Anteriormente, Lucía Muñoz, concejala de Unidas Podemos en Palma y también integrante de la flotilla, comunicó que el cónsul español informó al hermano de Rigo sobre un acuerdo alcanzado en la audiencia del viernes. Muñoz destacó que la familia estaba en espera de comunicarse con el letrado de Rigo y efectuar el pago de la multa correspondiente.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, liderado por José Manuel Albares, no ha confirmado oficialmente la pronta liberación de Rigo ni la existencia de dicho acuerdo. “El cónsul ha asistido a la vista oral y ha trasladado toda la información a la familia”, indicaron desde el Ministerio.
Según ‘Yedioth Ahronoth’, el tribunal de Beer Sheva aprobó el acuerdo después de que Rigo admitiera su culpa por haber causado daño corporal y asalto agravado a una agente penitenciaria. Los cargos originales de haber mordido a la guardia se modificaron por resistirse clavando sus uñas en la funcionaria.
Como resultado del acuerdo, el tribunal sentenció a Rigo a diez días de prisión, ya cumplidos, además de imponerle una multa de 10.000 séquels (aproximadamente 2.650 euros) y ordenar su deportación para el sábado.
En su declaración ante el juez, Rigo denunció haber sufrido maltrato en detención. “Nos golpearon, nos empujaron y el quinto día atacaron a mi amiga e intenté protegerla”, declaró según el periódico israelí. “Me cogieron por la cabeza y se me cayeron las gafas”, añadió, y reveló que estaban catorce mujeres en una celda diseñada para cinco. “No nos dieron agua, la comida estaba podrida”, concluyó.