Reyes Rigo, activista de Mallorca, junto con otros cinco miembros de la segunda flotilla a Gaza, han aterrizado en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas a las 8.19 horas de este lunes. Procedentes de Doha, Qatar, en un vuelo de Iberia, estos individuos formaban parte de la flotilla interceptada por Israel la semana anterior.
El retorno de estos activistas ha sido coordinado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, la embajada española y el cónsul en Tel Aviv, quienes han desempeñado una labor crucial en este proceso. Con su llegada, ya no quedan miembros de la flotilla española detenidos en Israel. En total, 57 españoles han regresado de Israel en las últimas dos semanas, tras ser detenidos en la prisión de Ktziot en el desierto del Négev.
En un desarrollo judicial, Reyes Rigo ha vuelto a España tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía que redujo los cargos en su contra. Según Lucía Muñoz, concejala de Unidas Podemos en Palma y también participante en la flotilla, el cónsul español comunicó que el acuerdo se logró durante una audiencia el viernes, resultando en una multa para la activista.
Tras declararse culpable de causar daños corporales y asalto agravado a una guardia, un tribunal de Beer Sheva aceptó el acuerdo, imponiéndole una condena de diez días de cárcel, que ya había cumplido, una multa de 10.000 séquels (aproximadamente 2.650 euros) y ordenando su deportación. Durante el juicio, Rigo denunció malos tratos y abuso durante su detención, afirmando haber sido golpeada y mal alimentada mientras estaba en custodia.