Sabrina Moh, actual delegada del Gobierno en Melilla y secretaria general del PSOE local, ha rechazado tener cualquier tipo de relación personal con los exlíderes socialistas José Luis Ábalos y Santos Cerdán ‘más allá de lo profesional’. Estas declaraciones surgen tras las exigencias de explicaciones por parte del PP y Vox, quienes cuestionan su participación en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. Moh ha afirmado que de haber algún indicio de culpa por su parte, ‘ya no estaría de delegada del Gobierno’.
En respuesta a las interpelaciones sobre sus vínculos con Ábalos y Cerdán, Moh ha descrito las acusaciones como parte de una táctica ‘rancia’ que intenta ‘vinculaciones sin base’. ‘Los que me conocen saben de mi honestidad, y hasta los que acusan también lo saben’, sostuvo. Además, recordó que su relación con ambos, durante sus mandatos como secretarios de Organización, siempre fue estrictamente profesional, centrada en el progreso de Melilla.
Con respecto a los escándalos de corrupción que implican a estos exdirigentes, Moh ha buscado distanciarse aclarando: ‘En todo caso, los que se han equivocado han sido ellos. Yo he trabajado con quien tenía que trabajar, siempre pensando en el interés general’. Enfatizó además que desde niña fue educada en la importancia del esfuerzo, por lo que ‘nunca he metido la mano en la caja común’.
Moh también destacó los valores de sacrificio y solidaridad inculcados desde su infancia, rememorando que su padre aún trabaja pintando casas y su familia enfrentó dificultades cuando era joven. ‘Aprendí desde pequeña a ganarme las cosas por el esfuerzo, nunca por meter la mano en la caja común’, reiteró. Estos principios, afirmó, han guiado su carrera tanto en la educación como en sus funciones gubernamentales, prometiendo mantener su integridad indefinidamente.
Finalmente, explicó que su renuncia a la Comisión Ejecutiva Federal obedeció a una incompatibilidad según el Reglamento Federal del PSOE, pero sigue vinculada a la Comisión Federal de Listas y trabaja en Melilla. Reafirmó su conexión con la actual secretaria de Organización, Rebeca Torró, y con Pedro Sánchez. ‘Si hubiera existido alguna sospecha, lo lógico habría sido cesarme como delegada del Gobierno, y no hacer un cambio reglamentario en la Ejecutiva’, concluyó, dejando la puerta abierta a futuras candidaturas.