Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha descartado cualquier tipo de conflicto con la Administración de Donald Trump, aunque ha admitido que existen «disparidad» en el enfoque de temas como la emergencia climática, la inmigración y el conflicto en la Franja de Gaza.
«Nosotros no nos enfrentamos a ningún gobierno», afirmó de manera contundente en una entrevista en ‘TVE’, según lo reportado por Europa Press, a pesar de las recientes tensiones con Estados Unidos y su notable ausencia en un reciente encuentro que Trump sostuvo con Volodimir Zelenski y otros líderes europeos.
El presidente español ha defendido que tanto su gobierno como el país son «es bastante amistosa con todo el conjunto de naciones del mundo y, particularmente, con Estados Unidos». Sin embargo, ha señalado que hay un «problema» en la forma de manejar los asuntos globales, destacando la «disparidad» en cuestiones como la inmigración y conflictos internacionales.
Además, Sánchez ha criticado la postura de algunos sectores que, en su opinión, eligen «si nos posicionamos del lado de las víctimas o lo que hacemos es transigir con aquellos que están utilizando un terrible atentado de Hamás en Israel» para justificar acciones en Cisjordania y Gaza, lo que podría «acabar con cualquier atisbo de un futuro Estado palestino», una postura que, según él, cuenta con un amplio apoyo de la ciudadanía española.
RECHAZO A LA DECISIÓN DE WASHINGTON
Sánchez ha reiterado su rechazo a la decisión de Estados Unidos de no otorgar el visado al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, para asistir a la Asamblea General de la ONU. No obstante, ha propuesto que España podría ser sede de la conferencia sobre los dos estados inicialmente planeada en el margen de dicha asamblea.
En respuesta a no haber sido invitado a la reunión en la Casa Blanca, Sánchez ha minimizado la importancia de la «influencia», y ha enfatizado la necesidad de que Europa «haga valer aún más su peso» en la relación transatlántica, buscando un balance de mayor igualdad.
Finalmente, en temas de inmigración, aunque Sánchez ha reconocido diferencias con la iglesia, ha cuestionado la coherencia de ciertas posturas, preguntando retóricamente sobre la consistencia entre asistir a misa y apoyar acciones contra organizaciones como Open Arms.