Sánchez desmiente conflicto con Trump pero reconoce diferencias en temas clave como el cambio climático y la inmigración

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su entrevista en RTVE.RTVE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha descartado cualquier conflicto directo con la Administración de Donald Trump, aunque ha admitido ciertas disparidad en la aproximación a temas como la emergencia climática, la inmigración y el conflicto en la Franja de Gaza.

Nosotros no nos enfrentamos a ningún gobierno, afirmó de manera enfática en una entrevista para ‘TVE’, informada por Europa Press, tras recientes desencuentros con Estados Unidos y su notable ausencia en una reunión reciente en la que Trump se encontró con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y otros líderes europeos.

Sánchez sostuvo que tanto su gobierno como España son amigables con todas las naciones, destacando la relación con Estados Unidos. Aunque aclaró que existen disparidad, diferencias en el manejo de asuntos globales como la crisis climática y migratoria, y conflictos armados.

Además, señaló una diferencia fundamental en la postura frente a las crisis, cuestionando si se debe posicionar del lado de las víctimas o transigir con aquellos que utilizan un terrible atentado de Hamás en Israel para justificar acciones en Cisjordania y Gaza, lo cual comprometería la viabilidad de un futuro Estado palestino. Esta visión, según Sánchez, es respaldada por la mayoría de los españoles.

RECHAZO A LA DECISIÓN DE WASHINGTON

Sánchez reiteró su crítica a la decisión de Estados Unidos de negar el visado a Mahmud Abbas para asistir a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, pero apoyó que el evento se mantenga en esta sede. Además, ha ofrecido a España como posible lugar para una conferencia sobre la solución de los dos estados prevista al margen de la Asamblea.

En cuanto a la iniciativa de reconocer el Estado palestino en mayo de 2024, Sánchez destacó que, a pesar de las críticas iniciales, actualmente se está formando un consenso europeo con apoyo de Francia y otros países. En relación a su no invitación a la reunión en la Casa Blanca y las críticas recibidas, Sánchez cuestionó el concepto de influencia y defendió una relación transatlántica basada en una mayor igualdad.

En el tema de la inmigración, aunque no se considera católico practicante, Sánchez valoró la postura de figuras eclesiásticas aunque reconoció discrepancias en algunos puntos. Criticó la hipocresía de quienes apoyan ciertas posturas religiosas y luego promueven acciones contra los inmigrantes, como el caso del Open Arms.

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