El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha restado dramatismo al retraso hasta el próximo mes de enero de la firma del acuerdo comercial con Mercosur, al subrayar que, después de un cuarto de siglo de negociaciones, se puede aguardar “25 años y un mes”.
“Si hemos esperado 25 años, podemos esperar 25 años y un mes a firmar el acuerdo del Mercosur”, ha señalado en una rueda de prensa convocada pasadas las tres de la madrugada, tras concluir la reunión de los líderes de los 27 celebrada entre el jueves y el viernes en Bruselas.
Las palabras del jefe del Ejecutivo se producen después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, informara a los jefes de Estado y de Gobierno de que la firma del tratado de libre comercio entre la UE y Mercosur no tendrá lugar este sábado, sino que se aplaza a enero, en una fecha aún sin concretar.
Von der Leyen trasladó este mensaje durante la cena dedicada a la geoeconomía y la competitividad de la UE, según indicaron fuentes europeas a Europa Press, en el marco de un Consejo Europeo en el que el acuerdo no figuraba formalmente en el orden del día, pero que se vió obligado a abordarlo por las presiones de Francia e Italia para demorar su firma.
“Ha llegado el momento de culminar” Mercosur
Sánchez ha detallado que, en la cumbre, defendió que el pacto con Mercosur “cobra muchísima importancia”, no solo por los 25 años de negociación, sino también porque, a su juicio, “ha llegado el momento de culminarla”. Por ello, ha reclamado a sus socios europeos que cierren de una vez un proceso negociador “tan largo de tantas décadas” y que Europa y el conjunto del mundo “necesita”.
“Ha habido ya demasiada paciencia por parte de todos los actores”, ha remarcado, insistiendo en que el acuerdo permitiría “vehicular y diversificar” las relaciones comerciales de la UE hacia otros bloques y países en un contexto económico y empresarial marcado, en gran medida, por la guerra comercial impulsada por Estados Unidos.
Durante la cita europea, el presidente del Gobierno ha pedido a los Estados miembros que mantienen “dudas de última hora” que “piensen en Europa”, que “apuesten por esa Europa abierta” y por “la oportunidad” que brinda a las compañías, en especial a las pequeñas y medianas empresas, este tratado comercial.
“Estaríamos hablando de que la Unión Europea y el Mercosur podrían conformar la zona de libre comercio más importante del mundo con 700 millones de personas y que supondría, según las estimaciones, un ahorro anual de más de 4.000 millones de euros en aranceles”, ha añadido en su intervención.
Más optimismo que en jornadas anteriores
Horas antes, fuentes del Gobierno ya habían quitado hierro a un eventual aplazamiento de la firma del tratado de libre comercio, recordando que el pacto entre la Unión Europea y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se negocia desde hace 25 años y que, aunque es clave cerrarlo cuanto antes, puede demorarse algo más.
Explicaban que, si se lograba un acuerdo este mismo jueves, mejor, pero que también podría cerrarse el mes próximo. Apuntaban, además, que algunos Estados están a la espera de las salvaguardas pactadas esta semana entre el Consejo (gobiernos) y el Parlamento Europeo, que incluyen la supervisión de los mercados y mecanismos para suspender la importación de productos sensibles si se detectan graves distorsiones para los productores europeos.
Estas disposiciones, no obstante, siguen pendientes de su aprobación definitiva por los colegisladores y no entrarán en vigor antes de enero. A este mismo calendario se refirió Emmanuel Macron a su llegada a la cumbre en Bruselas, al reclamar que se espere a que esas medidas se concreten y a que se desarrollen otras iniciativas anunciadas por la Comisión, como el refuerzo de los controles aduaneros.
El Ejecutivo también se pronunció sobre la conversación mantenida este jueves entre la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente brasileño, Lula da Silva, en la que la dirigente italiana le trasladó que está dispuesta a suscribir el acuerdo en cuanto se garanticen las compensaciones necesarias para los agricultores.
“El Gobierno italiano está dispuesto a suscribir el acuerdo en cuanto se proporcionen las respuestas necesarias a los agricultores, que dependen de las decisiones de la Comisión Europea y pueden definirse en plazos breves”, indicaron fuentes del Palacio Chigi.
Ante este escenario, el Gobierno español se mostró más confiado que en días anteriores respecto a que Italia termine respaldando el tratado, al considerar que la aprobación definitiva del acuerdo entre Parlamento y Consejo aportaría mayor seguridad a Roma.