El exsecretario de Organización del Partido Socialista a nivel estatal, Santos Cerdán, será llamado a declarar como testigo en el proceso judicial que analiza la expulsión de las filas socialistas de los cuatro ediles compostelanos Mercedes Rosón, Milagros Castro, Gonzalo Muíños y Marta Álvarez, que actualmente figuran como no adscritos.
Cerdán figura entre los testigos propuestos por la defensa de los concejales ahora no adscritos en la audiencia previa al juicio —señalado para los días 7 y 8 de septiembre—, una sesión celebrada el pasado mes de octubre y cuyo contenido ha sido consultado por Europa Press.
En dicha vista, el letrado de los ediles expulsados del Partido Socialista solicita que el antiguo secretario de Organización del PSOE comparezca como testigo en su condición de firmante de la resolución disciplinaria dictada contra los concejales.
Además, el abogado de los cuatro concejales no adscritos pide que sean citados como testigos, junto a los propios demandantes, cuatro trabajadores eventuales del Partido Socialista en Santiago y el exalcalde José Antonio Sánchez Bugallo.
Por su parte, en esa audiencia previa, la abogada que representa al Partido Socialista se opone y recurre la citación de Cerdán, alegando que ya no pertenece al PSOE y que la solicitud responde únicamente a un “efecto mediático” dada su situación en aquel momento, cuando permanecía detenido en el marco de la supuesta trama de cobro de comisiones a cambio de adjudicaciones.
La letrada de la formación socialista sí respalda, en cambio, que declare el director de la Asesoría Jurídica de Ferraz, al entender que puede aclarar la tramitación de los expedientes disciplinarios. A su juicio, este responsable conoce en detalle el procedimiento, a diferencia de Santos Cerdán, a quien, según sostiene, solo se le remite la propuesta de resolución para su firma.
Asimismo, propone que comparezca como testigo el instructor del expediente desde Ferraz y que se aporten las grabaciones de audio de las ruedas de prensa ofrecidas por los demandantes o, si se impugna esta prueba, que dichas grabaciones se escuchen durante la vista oral.
Finalmente, la representación del Partido Socialista solicita que no se vuelvan a practicar las declaraciones de los concejales no adscritos y que se aprovechen sus testimonios prestados en la vista sobre las medidas cautelares con las que los cuatro ediles trataron de frenar su expulsión, una petición que la magistrada no acepta.
La jueza admite todos los testigos propuestos
Frente a la postura del Partido Socialista, la jueza admite la totalidad de los testigos planteados por ambas partes y subraya que, en el caso de Cerdán, resulta irrelevante si forma o no parte del partido, puesto que se le cita en calidad de firmante de la resolución disciplinaria.
También entiende que el instructor de los expedientes disciplinarios podrá aclarar tanto las razones de las sanciones como el funcionamiento interno de estos procedimientos.
En cuanto a la petición de la abogada del PSOE de prescindir de la nueva declaración de los cuatro demandantes, la magistrada recuerda que la vista sobre las medidas cautelares tenía un objeto muy concreto, aunque allí se hablase de lo “divino y lo humano”.
Por ello, y para salvaguardar el principio de inmediación —regla procesal que exige la presencia directa y personal del juez en las actuaciones orales—, la jueza decide admitir todas las comparecencias solicitadas.
Un conflicto interno iniciado el día de San Juan de 2024
El enfrentamiento interno en el PSOE de Santiago se desencadenó el 24 de junio de 2024, cuando los seis concejales del grupo municipal respaldaron en pleno una ordenanza sobre viviendas turísticas en contra de la instrucción de la dirección local, que había fijado la abstención.
Esa misma jornada, día de San Juan y festivo en gran parte de Galicia, la ejecutiva local convocó una reunión para acordar el relevo de dos trabajadores del grupo municipal, la jefa de gabinete y el responsable de comunicación. El entonces portavoz municipal, Gonzalo Muíños, se negó a firmar estos cambios y fue suspendido de militancia durante 18 meses.
Tras ello, Muíños fue apartado de militancia y la dirección local decidió designar a Gumersindo Guinarte como nuevo portavoz del Grupo Municipal y a Marta Abal como secretaria, citando a Mercedes Rosón, Milagros Castro y Marta Álvarez a una reunión para ratificar dichos nombramientos. Las tres concejalas no asistieron al considerar que la convocatoria carecía de validez, lo que provocó la ruptura total del grupo municipal y, posteriormente, su expulsión.
Después de solicitar sin éxito medidas cautelares para frenar su expulsión, Mercedes Rosón, Milagros Castro, Gonzalo Muíños y Marta Álvarez interpusieron una demanda contra el PSOE en la que piden la anulación de las resoluciones disciplinarias y su reincorporación al grupo municipal socialista de Santiago.











