Una de cada seis personas del planeta estuvo expuesta a algún tipo de conflicto a lo largo de 2025, un ejercicio en el que el nivel global de violencia se mantuvo en línea con 2024 y en el que Palestina figura en primer lugar entre los países más afectados, de acuerdo con el Índice de Conflictos de ACLED.
Entre el 1 de diciembre de 2024 y el 28 de noviembre de 2025, este observatorio internacional independiente registró 204.605 episodios de conflicto. Estas acciones, una cifra muy próxima a los 208.219 sucesos documentados en los doce meses previos, provocaron más de 240.000 muertes en todo el mundo.
ACLED considera como conflicto cinco grandes categorías: represión de civiles y manifestantes por parte de fuerzas estatales; insurgencia; atrocidades (definidas como matanzas a gran escala de población civil); terrorismo, y operaciones de fuerzas armadas extranjeras.
“En 2025, los conflictos no aumentaron, se estabilizaron tras alcanzar el punto álgido en 2024, y esto representa una potencial nueva normalidad que no sugiere una disminución sino un descanso”, ha defendido durante la presentación la directora de ACLED, Clionadh Raleigh.
En cuanto a la población afectada, ACLED calcula que unas 831 millones de personas estuvieron expuestas de algún modo a la violencia, lo que equivale al 16% de la población mundial. Para este cálculo, el organismo tiene en cuenta a quienes residen a uno, dos y cinco kilómetros de cada incidente o protesta. Las personas expuestas pueden sufrir daños directos o verse perjudicadas por la destrucción de infraestructuras y del tejido social de su entorno.
Según el informe, los conflictos actuales muestran una menor contención y una escalada de la violencia contra la población civil, “con actores armados más dispuestos a usar la fuerza y a ignorar flagrantemente cualquier consecuencia”.
El índice identifica más de 185.000 sucesos violentos en 2025, una cifra similar a la del año anterior pero casi el doble de la registrada en 2021. El repunte más acusado se observa en Europa, donde la guerra en Ucrania alcanzó su punto más intenso desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
Aunque los focos de violencia se mantuvieron en Oriente Próximo, los acuerdos de alto el fuego en Líbano y en Gaza, pese a su fragilidad, junto con el final de la guerra civil en Siria tras la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024, permitieron una reducción del 48% de la violencia en la región.
ATAQUES CONTRA CIVILES
El estudio subraya que la población civil afronta hoy un riesgo sin precedentes, con más de 56.000 episodios de violencia dirigidos específicamente contra civiles en 2025, el dato más elevado de los últimos cinco años.
Esta cifra, una estimación “conservadora”, según el responsable de Análisis de ACLED, Andrea Carboni, implica un incremento del 50% en el número de incidentes respecto a 2021 y del 70% en el caso de las víctimas mortales.
En este ámbito, los grupos armados no estatales y las turbas concentraron casi dos tercios de los ataques contra civiles en 2025 y el 59% de las muertes asociadas. Las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), milicia paramilitar enfrentada al Ejército regular en la guerra civil de Sudán, se situaron como el actor más letal, con más de 4.200 civiles asesinados en los once primeros meses de 2025, el 11% del total, aunque ACLED advierte de que la cifra real podría ser muy superior.
Al mismo tiempo, el observatorio destaca que las fuerzas gubernamentales participaron de forma directa en el 74% de los incidentes violentos registrados en 2025 a escala global, el porcentaje más alto desde que ACLED inició este seguimiento hace seis años. La violencia ejercida por el Estado contra civiles se ha triplicado desde 2020 y ya representa el 35% de la violencia dirigida a la población civil, frente al 20% de hace un lustro.
En este capítulo, Israel y Rusia concentran el 88% de todos los incidentes violentos contra civiles fuera de sus fronteras durante 2025, mientras que el Ejército de Birmania fue responsable de casi un tercio de la violencia ejercida por fuerzas estatales contra su propia población.
RANKING
ACLED construye su Índice de Conflicto a partir de cuatro variables: letalidad, riesgo para civiles, extensión territorial y fragmentación de los grupos armados. Con estos parámetros, Palestina se sitúa como el territorio con mayor nivel de violencia política del planeta.
Tras Palestina se colocan Birmania, Siria, México y Nigeria, mientras que completan el ‘top 10’ Ecuador, Brasil, Haití, Sudán y Pakistán. Los cinco primeros repiten posición respecto a 2024, aunque en varios de ellos la naturaleza del conflicto ha experimentado cambios profundos.
Aunque Palestina encabeza la clasificación general, es el tercer escenario más letal. En términos de muertes, la superan Ucrania y Sudán, que sin embargo se ubican en la undécima y octava plaza, respectivamente, en el índice global.
En Siria, el número de fallecidos vinculados al conflicto aumentó por la combinación de disputas políticas, violencia sectaria e injerencia externa, pasando de unos 6.000 a alrededor de 9.000 muertos en el último año.
En Birmania, el conflicto más fragmentado del mundo, operan más de 1.200 grupos armados distintos responsables de al menos un acto violento. México, Brasil y Nigeria continúan situándose en los puestos más altos en los cuatro indicadores, mientras que la escalada de la violencia de bandas ha impulsado el ascenso de Ecuador y Haití en la lista.
Ecuador ha escalado 36 puestos hasta el sexto lugar por la actividad de más de 50 organizaciones armadas en el último año, incluidas casi 40 bandas, más de la mitad implicadas en más de 2.500 ataques contra civiles, con más de 1.000 muertos. En Haití, los fallecidos prácticamente se duplicaron hasta rondar los 4.500, junto con un incremento de las agresiones contra civiles, lo que le hizo avanzar tres posiciones.
La entrada de estos dos países en el ‘top 10’, según la responsable de Ciencia de Datos de ACLED, Katayoun Kishi, “pone de manifiesto el modo en el que el cruce entre violencia criminal y política está emergiendo entre los principales conflictos en el mundo y que a menudo no son los que atraen más atención”.
En cuanto a Ucrania, fue el país con mayor número de muertos por conflicto en 2025, con 78.000 víctimas, pero la ausencia de una elevada fragmentación de actores armados en lucha por el poder ha provocado que descienda en la clasificación general hasta la undécima posición, ha explicado.











