Sumar ha establecido como su principal enfoque imponer sanciones a Israel para provocar la asfixia económica del gobierno de Benjamin Netanyahu, acusado de genocidio contra el pueblo palestino. Con esta estrategia, evitan abordar la propuesta de Alberto Ibáñez, diputado de Compromís, quien el martes solicitó que el Gobierno pida a la ONU autorización para una intervención militar en Gaza, integrada por una coalición de países.
Verónica Martínez Barbero, portavoz de Sumar en el Congreso, ha informado en conferencia de prensa que su grupo ahora busca cortar las relaciones internacionales y lograr que, dentro de la UE, se establezca una emboscada económica al primer ministro israelí, con sanciones que lo disuadan de seguir su ofensiva en Gaza.
‘Necesitamos todas las medidas de presión diplomática y económica para acabar con este genocidio y, por supuesto, fuerzas de paz, todas las que haga falta para apoyar al pueblo palestino’, declaró la portavoz parlamentaria.
Por otro lado, aunque la táctica actual se concentra en la presión económica contra Israel, Sumar no descarta completamente la idea de ‘desplegar cascos azules’ en la región, que ayudarían a facilitar la llegada de ayuda humanitaria al pueblo palestino, aunque actualmente no se considera esta opción.
Asimismo, se señala que Ibáñez no ha presentado formalmente su idea dentro del grupo, aunque están al tanto de su posición.
Durante su intervención, Martínez Barbero ha reiterado que las acciones que demandan son características de un ‘grupo parlamentario pacifista’. Además, han apoyado el conjunto de medidas anunciado recientemente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya que incluye muchos de sus planteamientos, pero opinan que aún hay espacio para ‘muchas otras’ acciones.
La portavoz ha pedido la retirada permanente de la embajadora española en Israel y protección para la flotilla de activistas en ruta a Gaza por parte de los gobiernos europeos, así como aumentar la presión internacional sobre Netanyahu.
Finalmente, ha calificado como ‘repugnante’ la actitud del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, por sus declaraciones que niegan el genocidio en Gaza, lo que solo contribuye al ‘blanqueamiento’ de los responsables de las atrocidades.