Sumar mantiene su presión para que se acometa una profunda remodelación del Ejecutivo como respuesta a la crisis que atraviesa el Gobierno por los casos de presuntos abusos y corrupción que afectan al PSOE. A su juicio, seguir como hasta ahora solo conduciría a acabar “vapuleados” por las derechas en las próximas elecciones generales.
Fuentes del socio minoritario del Ejecutivo sostienen que la coyuntura actual es “brutal” y la “peor crisis” que afronta el Gobierno desde la pandemia, incluso más grave por los indicios de presunta corrupción que salpican al exdirigente socialista Santos Cerdán.
En esta línea, reprochan al PSOE que opte por el inmovilismo y desoiga las demandas planteadas por Sumar, porque transmite la impresión de que el Gobierno solo pretende aguantar en el poder. Ese mensaje, avisan, “alimenta” el avance de Vox.
Mensaje directo al PSOE: “se puede morir con dignidad o de mala manera”
Por ello, reivindican que la propuesta de una amplia crisis de Gobierno formulada el pasado viernes por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no es una ocurrencia, como se ha sugerido desde sectores socialistas, sino la única forma de recuperar impulso y llegar al final de la legislatura con opciones reales de revalidar un Ejecutivo progresista en la próxima cita con las urnas.
Estas fuentes subrayan que “se puede morir con dignidad” o “vapuleado”, de “mala manera” o “arrasado” cuando se abran las urnas, y emplazan al PSOE a “ponerse las pilas” y decidir si quiere seguir el “carril” que le marca Sumar: un cambio profundo de Gobierno, tanto en el plano programático como en la configuración del Consejo de Ministros. “Solo con resistir no llegamos a 2027”, han advertido.
Además, señalan que en una situación de ‘impasse’ como la actual hay varias salidas. Una sería convocar elecciones, opción que Sánchez ya ha descartado y que Sumar tampoco respalda; la otra es abrir una crisis de Gobierno, una herramienta que el presidente aún no ha utilizado en esta legislatura y que, según defienden, aportaría “gasolina” para relanzar la agenda social “sin vacilaciones”.
Aclaran también que cualquier cambio en el Ejecutivo debería centrarse en la parte socialista, al ser allí donde se han originado los escándalos que afectan al Gobierno. Insisten en que reclamar una remodelación no implica poner en duda a los actuales ministros, a los que no consideran implicados en estas polémicas.
En este contexto, dan por hecho que la reestructuración del Consejo de Ministros acabará produciéndose, aunque ahora el PSOE se esfuerce en afirmar que no habrá cambios inmediatos o que, en todo caso, se limitarán a relevos muy concretos.
Maíllo se desmarca de la exigencia de Díaz
No obstante, la posición de Sumar no es completamente homogénea. El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, se ha distanciado de la petición de remodelación del Gobierno formulada por Díaz, al considerar que lanzó esa exigencia sin un consenso previo entre las dos fuerzas.
Maíllo ha defendido que la reunión de la comisión de seguimiento del acuerdo de Gobierno es el mecanismo adecuado para alcanzar compromisos que revitalicen al Ejecutivo, y ha avisado al PSOE de que sería un error tomarse a la ligera este encuentro. La reunión, que previsiblemente se celebrará el viernes, estará restringida a responsables orgánicos de los partidos, de modo que, en principio, no participarán los ministros.
Por su parte, la coordinadora general de Movimiento Sumar, Lara Hernández, ha puntualizado que la vicepresidenta segunda “no” planteó “en ningún caso” una ruptura del Ejecutivo, aunque ha dejado claro que desde la formación no reclaman “un mero cambio de caras” o “un mero baile de sillas”.
Mientras tanto, fuentes del sector de Sumar integrado en el Gobierno recalcan que la “opción es cambiarlo todo” y que, pese a las tensiones entre las distintas formaciones, el objetivo compartido es reactivar al Ejecutivo y asumir responsabilidades ante los casos que han desencadenado la actual crisis.