El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha calificado de “contradicción” que alguien se considere demócrata y, al mismo tiempo, cuestione la Ley de Memoria Democrática, al tiempo que ha defendido la necesidad de “adoctrinar” en democracia.
“Una persona que se considere demócrata diga que esa ley y todos los actos que estamos haciendo para celebrar los 50 años de libertad es un mal adoctrinamiento es una contradicción”, ha lanzado en su intervención durante el acto institucional con el que la Delegación del Gobierno en Madrid ha conmemorado el 47 aniversario de la Constitución Española.
El evento se ha organizado por segundo año consecutivo como respuesta al acto que celebra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la Real Casa de Correos, al que no ha invitado a ningún representante del Gobierno central.
La Real Casa de Correos, sede de la Presidencia regional, se ha convertido en el epicentro del enfrentamiento entre Ayuso y el Ministerio de Torres a propósito de la Ley de Memoria Democrática, contra la que la dirigente madrileña ha arremetido con dureza. El Ejecutivo central declaró este edificio Lugar de Memoria Democrática por su función como Dirección General de Seguridad (DGS) durante la dictadura franquista. La Comunidad de Madrid respondió rechazando aplicar dicha declaración y recurriéndola ante los tribunales.
Torres ha defendido que la Ley de Memoria tiene como objetivo “reparar a las personas que se convirtieron en víctimas, perseguidas y asesinadas por defender la democracia ante un régimen totalitario”. Ha insistido, además, en que esta normativa responde a un mandato de la Organización de Naciones Unidas y se enmarca en la protección de los Derechos Humanos.
Asimismo, el ministro ha sostenido que “adoctrinar en democracia se debe hacer siempre”, y ha reivindicado la Constitución Española como una Carta Magna de “todos y todas” que pretendía recuperar una democracia que “se consiguió en las calles”.
“Impartir doctrina en valores democráticos no debería ser motivo de preocupación para un demócrata. Debería hacer saltas las alarmas adoctrinar en valores antidemocráticos”, ha apostillado el ministro.
En su intervención, ha rememorado que la muerte del dictador Francisco Franco hace 50 años sirvió para “despertar la esperanza y cumplir el anhelo de un país que había sufrido” 40 años de “represión y de atraso”.
Por último, ha señalado que tanto el Gobierno como la ciudadanía española tienen aún “camino por recorrer impulsando políticas” en ámbitos como la igualdad entre hombres y mujeres, la lucha contra la violencia machista y la sostenibilidad ambiental.
“Si cedemos espacio a quienes niegan lo evidente, a quienes niegan la violencia machista por cambio climático, no lo vamos a lograr en democracia”, ha concluido, cerrando su discurso con tres vivas a la Constitución, al Rey y a España.