Política

Ucrania despliega ocho nuevos tipos de drones contra Rusia desarrollados durante la guerra

Ucrania ha creado ocho tipos de drones en tres años y los usa masivamente por aire, mar y tierra para golpear a Rusia y sostener su esfuerzo bélico.

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Ucrania usa hasta ocho tipos de drones contra Rusia surgidos en los últimos tres años, en el marco de la guerra. EUROPA PRESS

Ucrania usa hasta ocho tipos de drones contra Rusia surgidos en los últimos tres años, en el marco de la guerra. EUROPA PRESS

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La invasión rusa de Ucrania ha evidenciado hasta qué punto los drones se han convertido en piezas clave en los conflictos actuales. Son sistemas muy eficaces, relativamente baratos y con un enorme potencial para introducir mejoras técnicas de forma continua. Además de los vehículos aéreos no tripulados clásicos, el uso de estas tecnologías se ha extendido al ámbito terrestre y al marítimo para cubrir misiones muy concretas. En conjunto, Ucrania emplea ocho categorías distintas de drones, todas ellas aparecidas en el contexto de la guerra.

Uno de los factores que explican la rápida expansión de estos sistemas es un ciclo de desarrollo muy ágil: se diseña el dron, se prueba directamente en el frente, se introducen cambios según la experiencia real de combate y se vuelve a enviar al campo de batalla. Este proceso iterativo permite adaptar en pocos meses los modelos existentes a un entorno bélico cambiante e incorporar innovaciones tecnológicas.

Las Fuerzas Armadas ucranianas estiman en al menos 215.000 los blancos alcanzados con ayuda de estos vehículos aéreos no tripulados solo durante el verano de 2025. Para este ejercicio, la capacidad industrial del país permite fabricar diez millones de drones al año, volumen suficiente para cubrir sus propias necesidades y, además, exportar parte de la producción, según un informe del Instituto de la Escuela Económica de Kiev.

El documento, difundido por Europa Press, traza un mapa detallado del ecosistema de drones ucraniano. Concluye que Ucrania opera hasta ocho tipos de vehículos no tripulados diferentes, todos ellos desarrollados en los últimos tres años, coincidiendo con la ofensiva rusa.

DRONES DE LARGO ALCANCE

Las Fuerzas Armadas ucranianas empezaron a emplear drones unidireccionales de largo alcance en 2022. En un primer momento, además de ejecutar ataques, su cometido principal era el transporte de munición, con un nivel tecnológico limitado.

La mejora fue vertiginosa y en 2024 estos aparatos lograron impactar con éxito en 3.776 objetivos. Actualmente, la industria ucraniana puede fabricar más de 33.000 unidades anuales, con un coste superior al millón de dólares por dron.

La horquilla de alcance, entre 300 y 2.000 kilómetros, y el peso de las cargas explosivas, de entre ocho y 250 kilos, permiten proyectar el poder de ataque sobre más del 25% del territorio bajo control ruso.

Las fuerzas ucranianas dirigen estos drones principalmente contra depósitos militares, centros de mando, instalaciones de la industria armamentística, aeródromos, nodos logísticos y la infraestructura petrolera que proporciona combustible y recursos económicos al Ejército ruso.

DRONES MARÍTIMOS

Los drones de superficie empleados por Ucrania en el mar suelen incorporar cámara, sistemas de guiado y control por satélite y una ojiva de alrededor de una tonelada. Algunas versiones añaden cámaras traseras, radares o sensores acústicos.

En cuanto al armamento, no es uniforme: pueden portar explosivos o misiles de corto alcance. Gracias a esta configuración, no solo atacan buques, sino que también pueden batir objetivos en tierra y, en ciertos casos, en el aire.

Su radio de acción llega hasta los 1.600 kilómetros y cada unidad puede costar hasta 300.000 dólares. De acuerdo con los datos recopilados por el Instituto de la Escuela Económica de Kiev, estos sistemas han dañado o destruido al menos 21 embarcaciones rusas.

DRONES DE ALCANCE MEDIO

Los drones de alcance medio operan en un rango que va aproximadamente de los 20 a los 200 kilómetros y suelen ir equipados con distintos tipos de munición para neutralizar vehículos, sistemas de defensa antiaérea o radares.

Ucrania ha diseñado más de diez modelos de esta categoría, todos ellos desplegados ya en el frente, con un coste que oscila entre los 1.200 y los 50.000 dólares por aparato.

DRONES AÉREOS DE VIGILANCIA Y RECONOCIMIENTO

Estos drones resultan esenciales para obtener información sobre la posición de los objetivos y del enemigo y para ejecutar ataques guiados, entre otras misiones. En las zonas de combate, se estima que entre el 80 y el 90% de los blancos se localizan gracias a este tipo de plataformas.

Desde comienzos de 2022, la industria ucraniana ha puesto en marcha más de 35 modelos de vehículos de observación no tripulados. Sus precios van desde los 1.500 hasta los 400.000 dólares, según sus prestaciones.

DRONES MULTIRROTOR

Las Fuerzas Armadas ucranianas recurren a los drones multirrotor para paliar la escasez de artillería en el frente. Pueden transportar cargas de hasta 15 kilos, aunque su gran tamaño reduce la discreción, por lo que suelen operar de noche.

La distancia a la que pueden actuar depende del tipo de enlace, ya sea por radio o vía satélite, y del peso que transporten, pero habitualmente alcanzan unos 60 kilómetros y se utilizan contra refugios y edificios. La industria ucraniana produjo 30.000 unidades en 2024, con un coste estimado de entre 5.000 y 25.000 dólares por dron.

DRONES FPV (FIRST PERSON VIEW, VISTA EN PRIMERA PERSONA)

Estos drones, pilotados en “vista en primera persona”, disponen de un alcance operativo de hasta 40 kilómetros. La capacidad de producción ucraniana se sitúa entre ocho y diez millones de unidades anuales, con un precio que va de 700 a 2.000 dólares por aparato.

Sus blancos principales son refugios y vehículos, tanto armados como desarmados, aunque también se emplean en tareas logísticas, como el suministro de material, y en misiones de comunicación, retransmitiendo señal para otros drones. Han evolucionado hasta convertirse en plataformas de uso múltiple.

DRONES INTERCEPTORES

Los drones interceptores, con un radio de acción aproximado de 30 kilómetros y un coste de entre 800 y 7.000 dólares por unidad, se centran en derribar drones de reconocimiento y vigilancia y aparatos cargados con munición. Su precio es relativamente bajo si se compara con el daño económico que causan al destruir sistemas equipados con costosos equipos de comunicaciones de largo alcance, navegación o artillería.

No existen datos públicos precisos sobre su tasa de éxito, pero el Instituto de la Escuela Económica de Kiev indica que en octubre de 2024 el número de interceptaciones mensuales no superaba varios cientos. Para el verano de 2025, la cifra se habría elevado hasta alrededor de mil al mes.

DRONES TERRESTRES

La fabricación de vehículos terrestres no tripulados aumentó desde unas 2.000 unidades en 2024 hasta unas 15.000 en 2025, con precios que van de 1.000 a 60.000 dólares dependiendo del modelo. El informe del ‘think tank’ contabiliza más de 280 variantes diferentes en servicio o desarrollo.

Estos sistemas apoyan tareas logísticas como el transporte de munición, comida y agua, así como la colocación de minas, misiones que suponen un riesgo elevado para el personal. También se utilizan para evacuar heridos desde zonas peligrosas.