La decisión de presentar a sus ministras como candidatas a las elecciones autonómicas obliga a Pedro Sánchez a cambiar el paso. Elma Saiz, actual ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, será la nueva portavoz del Gobierno en sustitución de Pilar Alegría, que deja el Ejecutivo para pugnar en los próximos comicios en Aragón.
La nueva portavoz apenas va a cumplir dos años como ministra. Llegó a Madrid procedente del Gobierno navarro, en el que ocupaba el cargo de consejera de Economía y Hacienda, y también era su portavoz. Es una mujer de la máxima confianza de la presidenta María Chivite.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, reaccionó este lunes recordando los contratos del Gobierno autonómico con Servinabar, implicada en el ‘caso Cerdán’: “Pura coherencia sanchista”.
Un diputado ‘popular’ también ve “absolutamente coherente” el nombramiento, pero por otras razones: “Es muy del PSOE. Sigue el argumentario de Moncloa a pies juntillas”. Algo que, en un momento de crisis por los casos de corrupción y de acoso sexual en el partido y en un momento de máxima debilidad parlamentaria, reflexionan, supone una candidata ideal. “No se va a salir del guión y tiene carácter. Es una buena elección, desde el punto de vista de Pedro Sánchez, claro”.
También lo ve así otra diputada del Grupo Socialista, que cree que Sánchez ha elegido a una persona preparada para ir al choque en período electoral: “Necesita a alguien que pueda arremeter contra esta tropa. Es contundente y valiente. Nos lo vamos a pasar bien”.
No convence en Sumar
Donde quizás menos ha gustado el nombramiento es, paradójicamente, en el socio del Gobierno en el que va a ser portavoz. Lara Hernández, coordinadora de Sumar, encuadró la elección de Saiz como “una lectura errónea” de la situación política. “No es una decisión de lectura política. Es una huida hacia adelante, tiene toda la pinta de negación de la realidad”.
Sin mencionarlo en rueda de prensa, Hernández dio a entender que Saiz carece del vuelo político que demanda la legislatura. No es un secreto que los de Yolanda Díaz exigen a Sánchez potenciar perfiles más políticos, preparados para dar batalla. Es la razón por la que, en la reformulación que piden del Gobierno de coalición, afean perfiles como los de Carlos Cuerpo, titular de Economía, o Sara Aagesen, vicepresidenta para la Transición Ecológica. Menos proclives a dar la batalla ideológica –y menos afines a sus planteamientos--. Escuela Nadia Calviño.
A Saiz no la nombran, pero le afean dos polémicas. Su propuesta de bajas flexibles, sobre una reincorporación gradual al trabajo tras una incapacidad temporal, y la subida generalizada de cuotas a los autónomos, que incidía más en aquellos trabajadores con menos ingresos. Acabó desechando esta última. La primera está por ver.
Sin embargo, la falta de carga política no es algo que achaquen en Saiz ni ‘populares’ ni socialistas. En sus filas, sus compañeros destacan también su gestión. “Es una persona solvente, lo ha demostrado desde el primer momento”, subraya Mercè Perea, diputada del PSC en el Congreso y presidenta de la Comisión de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo. Perea destaca la capacidad de comunicación de Saiz y su empeño en explicar la complejidad del sistema público de pensiones a los más jóvenes.
Cercana en el diálogo social, ausente en el Congreso
También destaca su cercanía el vicesecretario general de Política Sindical, Fernando Luján: “Se preocupa por los temas y por conocerlos personalmente. Los discute. Profundiza incluso más allá de sus obligaciones como ministra”. Conocedor de las formas de Saiz por su interlocución en el diálogo social, el dirigente de UGT elogia de la nueva portavoz del Gobierno por su capacidad de “tender puentes”. “Es una persona propensa al diálogo y a buscar puntos de encuentro”, asegura.
En el PP, sin embargo critican que Saiz no esté fomentando, precisamente, la renovación de las recomendaciones del Pacto de Toledo, que deben someterse al examen parlamentario a lo largo del próximo ejercicio, pero cuyos trabajos creen que deberían haberse iniciado antes.
No son los únicos que consideran que en estos dos años le ha faltado más presencia en las Cortes Generales. Metafórica y literalmente. Varios diputados, que piden no identificarse, echan en falta más explicaciones en las comisiones del Congreso.