El nuevo impuesto energético no gravará los ingresos de las actividades reguladas de las compañías eléctricas y gasistas. PSOE y Unidas Podemos han aceptado rebajar el alcance del nuevo gravamen.
Según la enmienda a la que ha tenido acceso ‘Demócrata‘, pactada con PDeCAT y PNV, para calcular la cifra de negocios gravada con la nueva prestación patrimonial estarán excluidos los ingresos correspondientes a actividades reguladas.
Concretamente, reza la enmienda, el suministro a precio regulado (PVPC de electricidad, TUR de gas, GLP envasado y GLP por canalización), los ingresos regulados de las redes de transporte y distribución de electricidad y gas natural y, en el caso de generación con retribución regulada y retribución adicional en territorios no peninsulares, todos los ingresos de las instalaciones.
Los grupos del Gobierno habían dejado la puerta abierta a pactar cambios en la tramitación de este impuesto, al no incluir sus propias enmiendas para definir el alcance del mismo durante la fase de ponencia.
Finalmente, han atendido a una de las reivindicaciones de las compañías, que alegan la incongruencia de gravar supuestos beneficios extraordinarios por actividades cuyos ingresos son fijados por el propio Gobierno o el supervisor del mercado.
Sólo se gravarán ingresos obtenidos en España
No es el único cambio pactado con la oposición, ya que otra enmienda pactada con PDeCAT y PNV limita los ingresos gravados a los derivados por la actividad de las empresas en España.
Ambas enmiendas han sido incorporadas al texto de la proposición de ley en las votaciones de la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que este jueves examina la iniciativa. Todos los partidos, desde PP y Vox, hasta ERC y Bildu, han respaldado su aprobación.
Por otro lado, el Congreso ha excluido de los ingresos a gravar los correspondientes a los impuestos sobre hidrocarburos y los impuestos canario y de Ceuta y Melilla sobre carburantes y combustibles derivados del petróleo.