El director general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Alberto González, ha arremetido este jueves contra el proyecto de presupuestos del Principado para 2026, validado recientemente por el Ejecutivo autonómico. A su entender, las nuevas cuentas representan una “oportunidad perdida” y se sustentan en unos impuestos “desmesurados” que, según ha denunciado, no consideran el impacto de la inflación que vienen soportando los ciudadanos de la región.
González ha intervenido en la comisión parlamentaria en la que distintos especialistas han sido llamados a valorar las cuentas del próximo ejercicio, exponiendo la posición de FADE ante el proyecto presupuestario.
El responsable de la patronal ha alertado de que las cuentas presentadas “están lejos de aprovechar presupuestariamente en toda su intensidad la favorable coyuntura económica actual y, lo que es peor, se corre un riesgo real de lastrar nuestra capacidad de maniobra en el futuro”.
En su intervención ha advertido de que “estamos ante un peldaño más de una escalera presupuestaria que venimos subiendo año tras año y que nos está llevando a un punto crítico”, en referencia al incremento continuado del gasto público.
En la misma línea, ha subrayado que “es claramente un presupuesto expansivo con cifras que imponen casi 7.000 millones de euros” y que “hay en él aspectos positivos, pero al analizar la letra pequeña aflora ese sentimiento de oportunidad perdida”.
Para González, Asturias “no sólo podría exprimir al máximo este ciclo, sino que debería imperiosamente hacerlo ante las perspectivas y previsiones de desaceleración a medio plazo”, por lo que considera que el margen actual no se está utilizando de forma adecuada.
Ha puesto como ejemplo que “los 286 millones adicionales de recaudación ya suponen por sí solos el 87% de todo lo que crecen los presupuestos este año. Es decir, el motor de crecimiento de estas cuentas es el esfuerzo fiscal de los ciudadanos y de las empresas; más impuestos en definitiva”, algo que, a su juicio, evidencia que el incremento de ingresos descansa casi exclusivamente en la carga tributaria.
El director general de FADE ha incidido en que la recaudación autonómica se ha disparado en los últimos ejercicios. En este punto, ha señalado que “hay que preguntarse si lo ha hecho porque realmente somos más ricos o por el silencioso efecto de la falta de corrección de la inflación sobre el gravamen de rentas de los asturianos”, criticando que “el proyecto ignora la competitividad fiscal de Asturias y mantiene una injusticia evidente, la contumacia en no deflectar el IRPF”.
Ha recordado que “desde 2015, la inflación ha disparado el coste de vida, pero la escala del impuesto no se ha movido. No corregir la tarifa autonómica es, de facto, una subida de impuestos en cubierta a todos los asturianos y, especialmente, a las clases medias y bajas”. A su juicio, esta falta de actualización del tributo erosiona el poder adquisitivo y penaliza a los contribuyentes.
Además, ha advertido de que, en buena medida, el proyecto “se apoya en ingresos con fecha de caducidad como son, por ejemplo, los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR)” y que “su impacto en las cuentas es vital y sin ellos la inversión real se habrá desplomado”. Por ese motivo, ha reclamado prudencia a la hora de asumir compromisos de gasto que en el futuro podrían ser imposibles de sostener sin esos recursos extraordinarios.
Según sus previsiones, “esta estructura de ingresos coyunturales, inflación y fondos europeos contrasta peligrosamente con la forma en que se distribuye el gasto. Nuestras previsiones son que a partir de 2026 los ingresos públicos caerán o se estancarán”, lo que, en su opinión, podría tensionar las finanzas del Principado en los próximos años.
AUTÓNOMOS
En la misma comisión ha intervenido también la presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Asturias (ATA), Patricia Oreña, que ha mostrado igualmente su rechazo al proyecto presupuestario. A su juicio, el texto no afronta la pérdida de 10.000 autónomos en la comunidad en la última década, una evolución que considera especialmente preocupante para el tejido productivo regional.
Oreña ha señalado que “es una cifra que debería encender todas las alarmas”, lamentando que las cuentas para 2026 no contemplen un paquete específico de medidas para estimular el autoempleo y frenar la destrucción de actividad entre los trabajadores por cuenta propia. Ha apuntado que el Principado debería fijarse en la vecina Cantabria, donde sí se han incorporado actuaciones concretas en apoyo de este colectivo.
Por ello, ha reclamado que “solicitamos que los presupuestos incluyan con carácter urgente un plan de verdad real, efectivo, de apoyo a los autónomos, acompañados de inversiones concretas que permitan mejorar las condiciones de vida y trabajo de un colectivo autónomo, asfixiado por una presión fiscal excesiva y una burocracia que dificulta, cuando no bloquea, la creación y el desarrollo de nuestros proyectos”.
La responsable de ATA ha añadido que la “deuda institucional” que existe hacia los autónomos es “enorme y costosa” y que sus efectos negativos no se limitan a quienes la padecen directamente, sino que se proyectan sobre el conjunto de la economía asturiana.











