Juan Ponte, el director general de Agenda 2030 del Gobierno de Asturias, ha expresado que la persistente «violencia estructural», la «lógica de la guerra» y el «aroma de muerte» en Colombia son consecuencia del «negocio del capitalismo fósil».
En una conferencia de prensa en la Junta General del Principado de Asturias, acompañado por Delia Campomanes, diputada regional de Convocatoria por Asturias, y Javier Arjona, dirigente de Soldepaz Pachakuti, Ponte presentó el informe de la vigésima primera visita asturiana para la verificación de derechos humanos en Colombia, realizada en marzo.
El director general recalcó que 300.000 campesinos han sido asesinados debido a conflictos políticos y económicos, calificándolos de «genocidios políticos, fruto de rivalidades políticas de la extrema derecha» y los relacionó directamente con «el negocio del capitalismo fósil», donde los grandes conglomerados buscan maximizar sus ganancias a expensas de estos territorios.
Ponte también destacó la considerable desigualdad global, señalando que «una quinta parte de la población mundial posee el 80% de la riqueza», y criticó la práctica de inculpar a las víctimas para ocultar la inequidad estructural.
Además, en su discurso, analizó la situación geopolítica mundial, describiendo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como «un síntoma macabro de un imperio en decadencia» y representante de «la arraigada tradición del destino manifiesto estadounidense».
Para concluir, Ponte cuestionó el modelo de desarrollo occidental, comparándolo con «una tarta donde si hay una pequeña parte que se llama la gran porción, el restante es para una población muy pequeña y minoritaria», en un escenario de crisis climática y ecológica en aumento.