Guillermo Peláez, consejero de Hacienda, ha reiterado su defensa sobre las subvenciones nominativas durante el Pleno de este martes, argumentando que son un instrumento legalmente respaldado por la ley 38-2003 de subvenciones. “Nosotros, en tanto en cuanto exista un motivo de utilidad pública o interés general y como responsables de ejecutar el presupuesto, continuaremos aplicando las subvenciones nominativas dentro del marco legal existente”, afirmó Peláez.
Esta declaración fue una respuesta a Sara Álvarez Rouco, diputada de Vox, quien ha criticado que el Gobierno use las subvenciones nominativas como un método habitual de financiación para favorecer a entidades afines. Peláez señaló que, tras escuchar a Vox, ha comprendido que el verdadero problema para ellos no es la naturaleza de las subvenciones, sino los beneficiarios de las mismas.
“El problema, lo que les irrita, es a quién se otorgan las subvenciones nominativas. Y como le indicaba, esto refleja el proceso democrático. Nosotros aquí abogamos por la libertad, incluido el amor y el sexo seguro, y rechazamos, por ejemplo, el maltrato y la crueldad animal que ustedes apoyan allí donde gobiernan con subvenciones nominativas para la tauromaquia”, expresó Peláez.
Por otro lado, Sara Álvarez, tras la intervención del consejero, reafirmó su postura sobre el uso “abusivo, recurrente e inmoral” de las subvenciones nominativas por parte del Gobierno asturiano, apoyándose en un informe de la Sindicatura de Cuentas que señala la falta de control adecuado y transparencia sobre estos fondos públicos durante años.
Rouco remarcó que el informe confirma la advertencia de Vox sobre que estas subvenciones directas se han transformado en un método ordinario de financiación, aunque deberían ser excepcionales.
