Un 25% de la población global carece de acceso a agua limpia, según OMS y UNICEF

Archivo - Una mujer de pie en el lecho seco del río Menarandra (Madagascar), cargando un cubo rojo lleno de agua sobre la cabeza mientras regresa a casa.UNICEF/UNI719943/ANDRIANANTENAINA - Archivo

Según un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), un cuarto de la humanidad no tiene acceso a agua potable, situación que incrementa el riesgo de enfermedades y exclusión social.

Durante la Semana Mundial del Agua, se reveló que, pese a progresos significativos en la última década, hay todavía 2.100 millones de personas sin acceso a agua potable segura, incluyendo 106 millones que dependen de fuentes superficiales no tratadas.

Los países de bajos ingresos presentan una incidencia particularmente alta, con una diferencia de 38 puntos porcentuales en la cobertura de agua segura comparado con naciones más desarrolladas, afectando principalmente a comunidades rurales, niños y grupos étnicos y indígenas minoritarios.

En naciones de ingresos medios y bajos, la población tiene «más del doble de probabilidades» de sufrir escasez de servicios básicos de agua y saneamiento, y «más del triple de probabilidades» de carecer de higiene básica.

Actualmente, 3.400 millones de personas no tienen acceso a un saneamiento seguro, y 1.700 millones están desprovistas de los servicios básicos, con 611 millones sin ningún tipo de instalaciones sanitarias. Esto ha llevado a que 354 millones de personas recurran a la defecación al aire libre.

«El agua, el saneamiento y la higiene no son privilegios, son derechos humanos fundamentales (…) Debemos acelerar las medidas, especialmente en las comunidades más marginadas, si queremos cumplir nuestra promesa de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible», afirmó Ruediger Krech, director interino de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.

Cecilia Scharp, directora de Agua y Saneamiento de UNICEF, destacó que la falta de acceso afecta sobre todo a los niños, amenazando su salud, educación y futuro.

LAS MUJERES, ESPECIALMENTE AFECTADAS

Las mujeres y niñas son las principales responsables de recolectar agua, dedicando más de 30 minutos diarios a esta labor en regiones de África subsahariana y Asia. «Estas desigualdades son especialmente graves para las niñas, que a menudo soportan la carga de la recogida de agua y se enfrentan a obstáculos adicionales durante la menstruación. Al ritmo actual, la promesa de agua potable y saneamiento para todos los niños se aleja cada vez más, lo que nos recuerda que debemos actuar con mayor rapidez y valentía para llegar a quienes más lo necesitan», agregó Scharp.

El informe también menciona que muchas mujeres y adolescentes carecen de suficientes materiales menstruales para cambiarse con la frecuencia necesaria, aunque la mayoría cuenta con acceso a estos productos y un lugar privado para cambiarse, según estudios en 70 países.

Se observa que las adolescentes son menos propensas que las mujeres adultas a participar en actividades durante la menstruación, afectando su vida escolar, laboral y social.

A pesar de los avances, la cobertura de agua potable segura en zonas rurales aumentó del 50 al 60 por ciento desde 2015, mientras que la higiene básica pasó del 52 al 71 por ciento. No obstante, el progreso en áreas urbanas se ha estancado y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 requiere una mayor urgencia y acción, especialmente porque la cobertura universal de servicios gestionados de forma segura parece «cada vez más difícil» de lograr.

Personalizar cookies