La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) ha destacado que un 30% de las personas mayores en España experimentan dolor crónico, resaltando la necesidad urgente de adoptar medidas efectivas y duraderas para su manejo.
Con motivo del Día Mundial contra el Dolor, celebrado el 17 de octubre, la SERMEF ha explicado que sin un manejo adecuado del dolor no es posible lograr un envejecimiento saludable, definido por la OMS como la capacidad de mantener una funcionalidad que asegure bienestar en la vejez.
“El dolor persistente en las personas mayores no solo disminuye la calidad de vida, sino que limita su participación en la sociedad, reduce su movilidad y aumenta la necesidad de apoyo familiar o institucional”, enfatizaron desde la SERMEF.
“Nos encontramos en la década del envejecimiento saludable, y a nivel mundial se están desarrollando múltiples iniciativas con el objetivo de mejorar la vida de las personas mayores y su entorno, y uno de los principales retos en la actualidad es el de desarrollar estrategias enfocadas en una participación más activa e informada de la población en el cuidado de su propia salud”, señaló la médica rehabilitadora del Hospital Universitario Doctor Peset, Rosa Salvador Quilis.
La SERMEF subraya la importancia del estudio realizado en el Hospital Universitario Doctor Peset en Valencia, que durante dos años implementó una intervención comunitaria con 348 personas mayores de 75 años con dolor crónico en espalda, rodilla u hombro. Este programa, parte de la Escuela de Envejecimiento Saludable, incluyó sesiones de ejercicio físico y seguimiento domiciliario, logrando mejoras notables en la movilidad y calidad de vida de los participantes.
Los resultados del estudio, presentados en el 63º Congreso Nacional de la SERMEF, revelaron que el 96% de los participantes estaban satisfechos con la intervención, el 78,5% indicó una reducción en su dolor articular y más del 86% se sintió más capaz de realizar actividades diarias.
“Este estudio no solo ha servido para contribuir a aumentar la evidencia científica, sino que ha permitido conocer y mejorar la salud de nuestros pacientes a través de una intervención y sienta una base sobre la que desarrollar protocolos de intervención socio-sanitarios, destacando la necesidad de ayuda de la comunidad para dar continuidad a los mismos”, remarcó Salvador, una de las especialistas encargada del estudio.
Desde la SERMEF se resalta que estos programas no solo mejoran indicadores clínicos, sino que también promueven la autonomía y participación activa en el envejecimiento de las personas mayores. “El papel del médico rehabilitador es clave para guiar a las personas mayores en el ejercicio más adecuado a su situación funcional, evitando riesgos y maximizando beneficios”, subrayaron.
“La prescripción de ejercicio no puede limitarse a una recomendación genérica: debe adaptarse, explicarse y acompañarse”, concluyeron desde la SERMEF, haciendo hincapié en la importancia de la rehabilitación médica en el tratamiento del dolor crónico y la necesidad de mayor apoyo institucional a programas preventivos y terapéuticos accesibles para la población mayor en todo el país.