El 62% de las organizaciones corporativas ha incorporado programas de apoyo psicológico, un incremento notable frente al 41% registrado el año pasado, según datos del ‘III Esudio sobre Planes de Bienestar en la Empresa Española’, realizado por HUB BienStart, en el contexto del programa ‘Mi Empresa es Saludable’, con el apoyo de entidades como ING, Mahou, San Miguel o Santalucía.
Este aumento representa «una gran evolución», transformando el bienestar de una tendencia naciente a «consolidarse» como eje central para captar y retener talento, minimizar la rotación de empleados y potenciar la productividad, según expresa BienStart.
El informe se expuso durante el lanzamiento de la primera cápsula del tiempo dedicada a la salud, una iniciativa que busca documentar la percepción actual del bienestar para que las futuras generaciones nacidas después de 2010 puedan entenderla en años venideros. Así, este estudio sirve como una herramienta esencial para fomentar ambientes de trabajo más sanos, sostenibles y humanizados.
«La cultura del bienestar ya no es una opción reputacional, sino una necesidad estructural para garantizar el futuro de las organizaciones, mejorar su competitividad y responder a las nuevas expectativas de profesionales cada vez más conscientes y exigentes», subraya Noemí Boza, editora de Mi Empresa es Saludable.
El análisis, basado en una encuesta a 100 empresas españolas, también señala que el bienestar emocional predomina sobre el físico, y destaca el papel emergente de tecnologías como la inteligencia artificial y las plataformas digitales, aunque su adopción todavía es restringida. Solo el 13,3% de las empresas ha integrado IA enfocada en bienestar, y un 22,5% ha desarrollado planes personalizados.
Además, la falta de capacitación específica y la baja implicación de los mandos intermedios restringen la eficacia de estas políticas de bienestar, junto con el limitado aumento del presupuesto.
Finalmente, el 65,3% de los participantes en la encuesta asocian el bienestar con la atracción de talento y el 68,1% lo vinculan a estrategias de integración laboral, destacando el trabajo híbrido y la flexibilidad horaria como medidas esenciales para preservar la salud mental de los empleados.