Desde el 4 de septiembre, cuando se anunció oficialmente un nuevo brote de ébola en la zona sanitaria de Bulape, en el territorio de Mweka, provincia de Kasai, la República Democrática del Congo ha registrado más de 20 casos confirmados y 16 muertes a causa de esta enfermedad. Las autoridades sanitarias del país han estado en alerta desde la declaración del brote.
«Entre las víctimas hay varios trabajadores sanitarios. Se trata del decimosexto brote de ébola en la RDC desde que se identificó el virus por primera vez en el país en 1976», reporta Médicos Sin Fronteras (MSF). En colaboración con el Ministerio de Salud congoleño y la Organización Mundial de la Salud (OMS), MSF ha desplegado «rápidamente equipos» a la zona para una evaluación inicial y para apoyar en la respuesta rápida al brote.
«Nuestros equipos comenzaron a apoyar al Hospital General de Referencia de Bulape casi de inmediato. Ayudamos a reforzar los protocolos de triaje, suministramos medicamentos esenciales y equipos de protección personal, e impartimos formación sobre prevención y control de infecciones (PCI) y atención sintomática», señala Brice de le Vingne, coordinador de emergencias de MSF.
Asimismo, se ha establecido un centro de tratamiento del ébola (CTE) en el hospital, que empezó a recibir pacientes el 9 de septiembre. Los equipos de MSF también han extendido su apoyo a centros de salud cercanos para fortalecer los protocolos de PCI y capacitar al personal en la respuesta a casos sospechosos de ébola.
«En la actualidad, hay una docena de miembros del personal de MSF en Bulape, y estamos enviando más profesionales y toneladas de material médico», añade de le Vingne. «Estamos trabajando codo con codo con las autoridades sanitarias congoleñas para evaluar las necesidades sobre el terreno y determinar dónde también podría ser necesario nuestro apoyo, por ejemplo, en materia de vigilancia, participación de la comunidad o vacunación», afirma.
La OMS ha confirmado la disponibilidad de 2.000 dosis de la vacuna contra el ébola en el país, con más envíos esperados en breve. MSF está lista para colaborar en los esfuerzos de vacunación si las autoridades lo solicitan.
«Este brote nos recuerda la amenaza que supone el ébola en la República Democrática del Congo», comenta Hilde De Clerck, especialista en enfermedades infecciosas de MSF. «Afortunadamente, los avances de los últimos años han permitido mejorar los tratamientos, pero esta fiebre hemorrágica sigue siendo mortal para la mayoría de los pacientes infectados si no reciben una atención adecuada y oportuna. Es fundamental garantizar el acceso tanto al tratamiento como a las vacunas», recalca.