La Asociación Española de Pediatría (AEP), mediante su Comité de Salud Medioambiental (CMS-AEP), ha emitido una advertencia sobre los serios riesgos para la salud auditiva de niños y bebés al asistir a conciertos, festivales y otros eventos con niveles elevados de ruido, recomendando evitar la asistencia de los menores a estos lugares.
Los expertos en pediatría han confirmado que, en eventos musicales en vivo orientados a adultos, las mediciones de sonido suelen registrar entre 110 y picos de 130 decibelios (dB) cerca de las bocinas, cantidades que pueden causar «daño auditivo irreversible en cuestión de segundos».
Explican que el sistema auditivo de los bebés y niños pequeños es particularmente susceptible debido a que sus estructuras auditivas están aún en desarrollo y no poseen mecanismos de defensa contra la intensidad del ruido.
Basándose en las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), destacan que no se debe permitir que los niños estén expuestos a más de 85 dB por más de una hora, y que incluso a partir de 70 dB, la exposición prolongada ya es perjudicial.
Debido a la dificultad para identificar los efectos de una sobreexposición al ruido en lactantes, que no pueden expresar molestias como zumbidos o pérdida de audición temporal, el Comité de Salud Medioambiental de la AEP recomienda estar atentos a señales de alerta después de un evento ruidoso.
Entre las señales, mencionan el llanto inconsolable o irritabilidad repentina, sobresaltos exagerados o constantes ante sonidos, parpadeo frecuente o claros gestos de molestia, apatía o somnolencia inusual, ausencia de reacción ante sonidos comunes y movimientos frecuentes de frotarse los oídos o tocarse la cabeza.
Asimismo, indican que los efectos de un trauma acústico agudo pueden no ser inmediatos e incluir problemas como pérdida auditiva temporal o permanente; acúfenos, detectables en lactantes solo por su comportamiento; y daño neurosensorial irreversible.
CÓMO PROTEGER EL OÍDO EN EVENTOS RUIDOSOS
La AEP sostiene que los bebés y niños hasta preescolar no deberían asistir a conciertos o festivales para adultos, incluso con protección auditiva, aplicando esta recomendación a todos los menores de seis años.
Para niños de seis a 12 años, los pediatras aconsejan que solo asistan a eventos adaptados, con volumen controlado y zonas seguras, siempre tomando las precauciones necesarias.
Para adolescentes mayores de 12 años, es crucial el uso de protección adecuada, respetar los tiempos de exposición, evitar estar cerca de los altavoces y limitar la frecuencia de estas exposiciones.
Los expertos recomiendan que los niños utilicen orejeras apropiadas para su edad y evitar tapones pequeños por el riesgo de atragantamiento. Además, sugieren mantener una distancia de al menos 30 metros de los altavoces y preferir zonas laterales.
Además, aconsejan no estar más de 30 minutos o una hora en ambientes con niveles de sonido superiores a 85 dB, alternando con áreas más tranquilas para permitir que el oído descanse y evitar lugares cerrados o con mucha reverberación donde el sonido se amplifica.
Finalmente, recomiendan que los adultos supervisen a los niños durante y después del evento, prestando atención a signos de molestia o cambios en su respuesta a los sonidos. Ante cualquier cambio en la audición o comportamiento relacionado con el ruido, instan a consultar al pediatra.