Este miércoles, el Ministerio de Sanidad ha emitido un comunicado alertando sobre los peligros de ingerir suplementos de vitamina D sin la prescripción o supervisión de un profesional de la salud, subrayando la necesidad de un uso prudente y fundamentado en pruebas científicas.
‘Aunque la vitamina D cumple una función esencial en el metabolismo óseo y en la regulación del calcio, su uso debe ajustarse a criterios clínicos bien fundamentados, con el fin de evitar intervenciones ineficaces o potencialmente perjudiciales’, indica el comunicado.
La alerta se produce tras un incidente de salud en Baleares, con 16 personas hospitalizadas por hipervitaminosis D, resultado de consumir un suplemento defectuoso comprado en línea, que causó hipercalcemia, insuficiencia renal y arritmias.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) también ha reportado casos anteriores de sobredosis, en adultos y menores, que llevaron a hipercalcemia grave.
Desde Sanidad, se enfatiza la importancia de no consumir estos productos sin una indicación médica precisa, ya que una suplementación errónea puede tener consecuencias negativas, especialmente cuando se sobrepasan las dosis aconsejadas. Además, la evidencia actual no respalda de forma concluyente los beneficios no músculo-esqueléticos que se atribuyen a la vitamina.
Además, se recuerda que los análisis para determinar los niveles de vitamina D no son necesarios en personas asintomáticas sin riesgos específicos, según las guías clínicas.
INDICACIONES CLÍNICAS PARA LA MEDICIÓN DE VITAMINA D
El Ministerio detalla que la medición de vitamina D está justificada en ciertos casos, como pacientes con síntomas de déficit de vitamina D o trastornos del metabolismo óseo, personas mayores con riesgo de caídas, o aquellos con enfermedades crónicas que afectan su metabolismo. También se incluyen aquellos bajo tratamiento que afecta la absorción de la vitamina y en casos de sospecha de intoxicación por hipervitaminosis D.
Según la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos, niveles de 12 a 20 ng/ml son adecuados para el 97,5 por ciento de la población. En casos específicos, especialmente en personas mayores o con osteoporosis, puede justificarse la suplementación, con dosis que varían de 400 a 2.000 UI diarias, siempre bajo supervisión médica.