La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha hecho un llamado a las empresas y organizaciones para que desarrollen ambientes laborales que respalden y faciliten la lactancia materna, asegurando así la salud infantil y la retención de talento femenino.
Durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna, celebrada del 1 al 7 de agosto, el área de Lactancia Materna del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la AEP (CNYLM-AEP) enfatiza la importancia de crear entornos de trabajo que permitan a las madres equilibrar su carrera profesional con la decisión de amamantar, «con políticas claras y espacios físicos adecuados».
«Todos los agentes sociales, pareja, familia, personal sanitario, empresas e instituciones, tienen un papel determinante. Necesitamos una red real de sostenibilidad para que las mujeres no tengan que elegir entre su trabajo y el bienestar de su bebé», expresa la doctora Susana Ares, representante del grupo de trabajo del área de Lactancia Materna de dicho comité.
La Semana Mundial de la Lactancia Materna es una iniciativa global coordinada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA), que busca promover la lactancia materna y mejorar la salud de bebés y madres a nivel mundial.
Según la AEP, fomentar el inicio temprano de la lactancia materna es crucial para la supervivencia infantil, contribuyendo así a uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM 4), el de reducir la mortalidad infantil. UNICEF estima que la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses podría prevenir la muerte anual de 1,3 millones de niños menores de cinco años.
La Asociación indica que apoyar la lactancia en el lugar de trabajo no solo beneficia la salud materno-infantil, sino que también mejora los indicadores empresariales. De acuerdo con el CNYLM-AEP, las empresas que implementan políticas de apoyo a la lactancia observan menores tasas de ausentismo, mayor compromiso de las trabajadoras, aumento en el rendimiento y una mejor reincorporación tras la baja maternal, lo que «se traduce en una menor pérdida de talento cualificado femenino».
BENEFICIOS PARA EL BEBÉ Y PARA LA MADRE
La AEP sostiene que el compromiso empresarial con la lactancia materna se basa en una «sólida base científica». «Amamantar en exclusiva durante los primeros seis meses de vida y mantener la lactancia junto a otros alimentos hasta los dos años o más, conlleva múltiples beneficios para la salud tanto del bebé como de la madre», señala.
En el caso del bebé, la lactancia fomenta el desarrollo neurológico, sensorial y cognitivo; proporciona los nutrientes esenciales, en calidad y cantidad adecuada, y contiene bacterias beneficiosas que facilitan la digestión; transfiere anticuerpos que protegen frente a enfermedades infecciosas comunes en la infancia, como la otitis, neumonía o gastroenteritis; reduce la mortalidad neonatal cuando se inicia en la primera hora de vida; se asocia a una menor incidencia de obesidad, hipertensión o sobrepeso en etapas posteriores y tiene también un componente emocional, ya que amamantar consuela, calma y alivia el dolor, incluso en procedimientos médicos como las vacunación.
En el caso de la madre, la Asociación destaca que amamantar refuerza el vínculo afectivo con el bebé mediante la liberación de oxitocina; reduce el riesgo de depresión postparto; favorece la contracción del útero y previene hemorragias, contribuyendo a una recuperación más rápida tras el parto; disminuye el riesgo de anemia en los días posteriores al nacimiento; protege frente a enfermedades cardiovasculares y metabólicas como la diabetes tipo 2; reduce el riesgo de cáncer de mama, ovario y útero (cada mes adicional de lactancia amplifica esta protección) y contribuye a la pérdida natural del peso ganado durante el embarazo.
SOSTENIBILIDAD Y SALUD PÚBLICA
Además de sus beneficios clínicos, la AEP subraya que la lactancia materna tiene un impacto económico y medioambiental significativo. Resalta que, para las familias, representa un considerable ahorro económico y, a nivel colectivo, es una práctica de bajo impacto ambiental. «La lactancia no requiere envases, transporte ni residuos, lo que la convierte en una opción sostenible también para el planeta», indican desde el área de Lactancia Materna del CNYLM-AEP.
Para la Asociación, el compromiso con la lactancia se extiende más allá del ámbito hospitalario. Según el CNYLM-AEP, es crucial asegurar un soporte continuo desde la maternidad hasta el regreso al hogar y al trabajo. Esto implica mejorar la formación del personal sanitario y avanzar en políticas públicas que protejan la decisión de amamantar sin penalizaciones sociales o laborales.
Además, la AEP insiste en la necesidad de proteger la lactancia de presiones comerciales, «donde las decisiones sobre la alimentación infantil se basen en evidencia y no en intereses ajenos a la salud». «En este sentido, han surgido iniciativas internacionales que promueven herramientas tecnológicas para monitorizar el entorno digital y detectar prácticas de comunicación o marketing que puedan obstaculizar este derecho», concluyen.
















