El avance de la inteligencia artificial en la sanidad europea carece de garantías legales, según la OMS

La OMS advierte que la expansión de la IA en la atención sanitaria europea carece de protecciones legales adecuadas.

Archivo - Imagen de recurso de un doctor sanitario sujetando una 'tablet'.ASHO - Archivo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido un informe alertando sobre la progresión de la inteligencia artificial (IA) en el sector sanitario de Europa, la cual se está expandiendo sin las necesarias protecciones legales para pacientes y trabajadores del ámbito de la salud.

La IA se ha integrado en la práctica diaria de los médicos europeos facilitando diagnósticos y reduciendo las cargas administrativas; no obstante, la OMS ha indicado este miércoles que falta un marco legal y ético robusto para regular estas tecnologías.

El uso de la IA no se ha visto limitado por la ausencia de medidas protectoras en Europa, donde 32 países ya implementan diagnósticos asistidos por IA, principalmente en imágenes médicas; la mitad de ellos ha incorporado ‘chatbots’ en la interacción con pacientes; y 26 han fijado áreas prioritarias para su implementación.

El estudio advierte sobre la velocidad del progreso de la IA en los sistemas de salud europeos y la insuficiencia de responsables en casos de errores o daños generados por estas tecnologías. El director general de la OMS para Europa, el doctor Hans Kluge, ha enfatizado la falta de estrategias claras, privacidad de datos, marcos legales e inversión en educación sobre IA. “Sin todos esos elementos, se corre el riesgo de aumentar las desigualdades en lugar de mitigarlas”, ha declarado Kluge.

El informe, que se basa en encuestas realizadas a 50 de los 53 miembros de la región, refleja una transición hacia un modelo de salud más digital, pero también revela grandes disparidades en infraestructura, conocimiento y recursos.

A pesar de que casi todos los países reconocen el potencial de las nuevas tecnologías para transformar la atención sanitaria, solo cuatro tienen una estrategia nacional específica de IA en salud y otros siete están en proceso de desarrollo.

La regulación de la IA no está avanzando al mismo ritmo que la tecnología: casi nueve de cada diez países identifican la incertidumbre legal como el principal obstáculo para la adopción de la IA, y ocho de cada diez señalan limitaciones financieras, mientras que menos del 10 por ciento cuentan con estándares de responsabilidad claros ante errores o daños causados por sistemas.

TRES PREOCUPACIONES

El informe destaca tres preocupaciones principales en la implementación de la IA en los sistemas sanitarios: la seguridad del paciente, el acceso equitativo y la privacidad digital.

La IA depende de datos y, si estos son incompletos o sesgados, las decisiones también lo serán, lo que podría llevar a diagnósticos erróneos, tratamientos inadecuados o desigualdades en el acceso, según el análisis.

La OMS insta a los países de la región europea a desarrollar estrategias alineadas con los objetivos de salud pública, fortalecer los marcos legales y éticos, formar a una fuerza laboral capacitada para la IA, mejorar la gobernanza de datos y mantener una comunicación transparente con la ciudadanía.

“La IA está a punto de revolucionar la atención sanitaria, pero su promesa solo se cumplirá si las personas y los pacientes permanecen en el centro de cada decisión”, subraya Kluge.

PLAN DE ACCIÓN

El análisis de la OMS toma como base el Plan de Acción de Salud Digital para la Región Europea 2023-2030, que proporciona un marco para que los países adopten tecnologías digitales de forma segura, equitativa y centrada en las personas.

El Plan enfatiza principios clave como equidad, solidaridad y derechos humanos, y recalca que ninguna innovación tecnológica que amplíe las brechas existentes en lugar de cerrarlas puede considerarse un avance.

En este marco, la OMS destaca la importancia de asegurar la transferencia de conocimientos y tecnologías entre países con distintos niveles de digitalización, subrayando que si esta condición no se cumple, se exacerbarán las inequidades ya presentes entre los sistemas sanitarios europeos.

El Plan de Acción demanda una gobernanza robusta, liderazgo técnico y político, y el fortalecimiento de las capacidades nacionales, lo que implica mejorar la alfabetización digital, promover la operación coordinada de infraestructuras, asegurar la calidad de los datos y preparar a los profesionales de la salud para trabajar con nuevas herramientas.

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