El Observatorio de Agresiones del Consejo General de Enfermería (CGE) ha registrado un total de 2.525 casos de agresiones a enfermeras durante 2024, cifra que contrasta con los 4.417 incidentes reportados por el Ministerio de Sanidad, por lo que ha solicitado mejoras en los sistemas de registro.
Los datos del CGE muestran una reducción superior al 10% en las agresiones a enfermeras respecto al año 2023, cuando se contabilizaron 2.840 casos. Sin embargo, la situación sigue siendo preocupante, con un promedio de siete agresiones diarias a estos profesionales en España.
Por comunidades autónomas, Andalucía lidera la lista con 546 casos, seguida por Baleares (380), Castilla y León (359), Aragón (290) y Navarra (230). En contraste, Ceuta y Melilla reportan solo una agresión cada una, siendo las cifras más bajas junto a Extremadura (14), Comunidad Valenciana (15) y Madrid (30).
Comparando con el año anterior, Castilla y León presenta el mayor aumento con 127 casos adicionales. También se han incrementado los reportes en Aragón (+48), Extremadura (+32), Navarra (+31) y La Rioja (+28), atribuidos por el CGE a una mejora en el registro de denuncias.
Por otro lado, en Canarias y Galicia se observa un descenso, lo cual el CGE atribuye a que se han reportado únicamente las denuncias efectivas ante los cuerpos de seguridad y no todos los incidentes ocurridos. Las principales causas señaladas son la disconformidad con la atención recibida, problemas de accesibilidad, largas esperas y la presión en los servicios de urgencias y atención primaria.
REGISTRO MÁS ABIERTO Y TRANSPARENTE
«Los datos del Observatorio provienen de lo que nos notifican los colegios provinciales de Enfermería, así como de algunas instituciones que a nivel autonómico también nos los hacen llegar. Por ello es preciso un registro más abierto y transparente», ha reclamado Diego Ayuso. Él también ha mencionado la necesidad de incluir a la sanidad privada en estos registros.
«Lo que no se registra no se conoce y, en consecuencia, no existe y no se puede luchar contra ello. Los datos nos vuelven a demostrar que hay una infranotificación de sucesos, especialmente de amenazas y violencia verbal, que al final quedan impunes», ha destacado Florentino Pérez Raya, enfatizando en la necesidad de tener «tolerancia cero» con los agresores.
IMPACTO EN LOS PROFESIONALES
El CGE también ha enfatizado el impacto negativo de estas agresiones en los profesionales, que pueden sufrir frustración y preocupación, afectando su desempeño y pudiendo llevar a bajas laborales.
«Muchas veces quien sufre una agresión piensa que ha hecho algo mal, cuando realmente es una situación que no tiene que ver con la actitud o con la profesionalidad de esa compañera, sino que el estrés y la ansiedad que padece un paciente o un familiar por no ver satisfechas sus expectativas por la deficiencias del sistema y no por la actuación concreta de un profesional», ha detallado Diego Ayuso.
Para abordar esta problemática, el CGE sigue colaborando con la Policía Nacional, la Guardia Civil, el Ministerio de Sanidad y otros organismos, ofreciendo además un curso gratuito para que las enfermeras puedan prevenir y manejar estas situaciones. «Queremos dejar muy claro a las enfermeras que no están solas, que ante cualquier agresión, amenaza, insulto o acoso van a encontrar todo el apoyo en sus colegios profesionales, en el Consejo General de Enfermería y, por supuesto, en la Policía Nacional, la Guardia Civil y otros cuerpos autonómicos», concluyó Pérez Raya.