El CISNS ratifica una nueva guía de sanidad mortuoria que respeta la diversidad religiosa

La ministra de Sanidad, Mónica García, durante el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).MINISTERIO DE SANIDAD

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ha dado luz verde este viernes a una guía actualizada sobre sanidad mortuoria, que establece criterios unificados, buenas prácticas y directrices sobre procedimientos funerarios, destacando la inclusión del respeto por la pluralidad religiosa y cultural.

‘Uno de los principales aportes de la nueva guía es la incorporación de un enfoque transversal de respeto a la diversidad religiosa y cultural. Por primera vez, un documento técnico estatal en sanidad mortuoria aborda de manera explícita la necesidad de compatibilizar los procedimientos funerarios con las convicciones y prácticas de diferentes comunidades religiosas presentes en España’, reza un comunicado del Ministerio.

El documento es orientativo y propone medidas de flexibilización normativa para respetar las prácticas religiosas, como la inhumación rápida post mortem, el uso de sudarios en vez de ataúdes, o la orientación del cadáver de acuerdo a los preceptos religiosos. Estas prácticas son ‘legítimas’, siempre y cuando se observen las necesarias garantías sanitarias.

Además, se promueve la capacitación continua del personal sanitario, funerario y administrativo en diversidad religiosa, cultural y étnica, y en técnicas de comunicación y trato digno hacia las familias, para prevenir discriminaciones y ofrecer un apoyo óptimo durante el duelo.

La guía también prevé la creación y actualización de protocolos que consideren la diversidad cultural y religiosa en emergencias sanitarias, catástrofes o fallecimientos masivos. Se sugiere también nombrar enlaces institucionales especializados en diversidad religiosa para facilitar la comunicación entre los servicios públicos y las comunidades.

SISTEMA QUE INTEGRE LOS REGISTROS AUTONÓMICOS

Incluye propuestas técnicas como el desarrollo de un sistema interoperable de información mortuoria que integre registros autonómicos, municipales y estatales, lo que permitiría mejorar la trazabilidad, la vigilancia epidemiológica y la gestión en situaciones de múltiples fallecimientos.

Se aconseja revisar y actualizar los protocolos para manejar riesgos biológicos y situaciones de alto impacto sanitario, incluyendo medidas específicas para la bioseguridad y el manejo adecuado de cadáveres bajo condiciones de emergencia.

Finalmente, se recomienda fortalecer la coordinación entre diferentes instituciones para mejorar la eficiencia y respuesta en situaciones de fallecimiento, mediante la creación de mecanismos de colaboración efectivos tanto en circunstancias ordinarias como de emergencia.

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