El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ha dado luz verde este viernes a una guía actualizada sobre sanidad mortuoria, que establece criterios unificados, buenas prácticas y directrices sobre procedimientos funerarios, destacando la inclusión del respeto por la pluralidad religiosa y cultural.
‘Uno de los principales aportes de la nueva guía es la incorporación de un enfoque transversal de respeto a la diversidad religiosa y cultural. Por primera vez, un documento técnico estatal en sanidad mortuoria aborda de manera explícita la necesidad de compatibilizar los procedimientos funerarios con las convicciones y prácticas de diferentes comunidades religiosas presentes en España’, reza un comunicado del Ministerio.
El documento es orientativo y propone medidas de flexibilización normativa para respetar las prácticas religiosas, como la inhumación rápida post mortem, el uso de sudarios en vez de ataúdes, o la orientación del cadáver de acuerdo a los preceptos religiosos. Estas prácticas son ‘legítimas’, siempre y cuando se observen las necesarias garantías sanitarias.
Además, se promueve la capacitación continua del personal sanitario, funerario y administrativo en diversidad religiosa, cultural y étnica, y en técnicas de comunicación y trato digno hacia las familias, para prevenir discriminaciones y ofrecer un apoyo óptimo durante el duelo.
La guía también prevé la creación y actualización de protocolos que consideren la diversidad cultural y religiosa en emergencias sanitarias, catástrofes o fallecimientos masivos. Se sugiere también nombrar enlaces institucionales especializados en diversidad religiosa para facilitar la comunicación entre los servicios públicos y las comunidades.
SISTEMA QUE INTEGRE LOS REGISTROS AUTONÓMICOS
Incluye propuestas técnicas como el desarrollo de un sistema interoperable de información mortuoria que integre registros autonómicos, municipales y estatales, lo que permitiría mejorar la trazabilidad, la vigilancia epidemiológica y la gestión en situaciones de múltiples fallecimientos.
Se aconseja revisar y actualizar los protocolos para manejar riesgos biológicos y situaciones de alto impacto sanitario, incluyendo medidas específicas para la bioseguridad y el manejo adecuado de cadáveres bajo condiciones de emergencia.
Finalmente, se recomienda fortalecer la coordinación entre diferentes instituciones para mejorar la eficiencia y respuesta en situaciones de fallecimiento, mediante la creación de mecanismos de colaboración efectivos tanto en circunstancias ordinarias como de emergencia.