Un reciente estudio liderado por la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) ha evidenciado que adoptar una dieta mediterránea con restricción calórica y aumentar la actividad física disminuye las posibilidades de sufrir diabetes tipo dos.
El equipo de investigación estuvo encabezado por Jesús Vioque López de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición (Epinut-UMH), y contó con la participación de las investigadoras postdoctorales Laura Torres Collado y Sandra González Palacios.
Publicado en ‘Annals of Internal Medicine’, el estudio es parte del proyecto Predimed-Plus y «confirma los beneficios de combinar alimentación saludable y actividad física en la prevención de esta enfermedad», según comunicó la UMH.
La diabetes tipo dos, relacionada con el aumento de peso y la obesidad, «ha aumentado de forma notable en los últimos años y afecta seriamente a la salud y la calidad de vida». En respuesta, los especialistas subrayan «la importancia de impulsar estrategias accesibles y sostenibles para prevenirla».
En el marco de Predimed-Plus, se monitoreó a 4.746 individuos de entre 55 y 75 años con sobrepeso u obesidad y síndrome metabólico durante seis años, sin enfermedad cardiovascular ni diabetes al inicio. Se les asignó aleatoriamente a uno de dos programas: uno basado en la dieta mediterránea sin restricciones calóricas ni ejercicio, y otro de intervención intensiva que combinaba esta dieta con una disminución de 600 kilocalorías diarias y un programa de actividad física intensa.
Los resultados mostraron que aquellos en el programa de intervención intensiva lograron mayor adherencia a la dieta mediterránea, incrementaron su actividad física, perdieron más peso y redujeron su necesidad de medicación tras ser diagnosticados con diabetes. Además, el riesgo de desarrollar la enfermedad fue del 9,5 por ciento comparado con el 12% del otro grupo, lo cual representa una reducción relativa del 31%.
El análisis concluyó que los componentes de la dieta mediterránea «actúan de forma sinérgica en procesos clave de la diabetes tipo dos» y que «se potencian con la actividad física y la pérdida de peso». Además, por ser una dieta «sabrosa, sostenible y culturalmente aceptada», se presenta como una estrategia «ideal a largo plazo para prevenir enfermedades cardiometabólicas».
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
El proyecto también ha sido destacado por ‘Nature Medicine’ como uno de los once estudios que podrían transformar la medicina en el futuro. Cuenta con la colaboración de más de 200 especialistas de 23 universidades y centros españoles, incluyendo investigadores de la UMH y del Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (Isabial), siendo este último el quinto mayor colaborador en el estudio global.
