QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ha vuelto a cargar este lunes contra el nuevo Estatuto Marco del personal del Sistema Nacional de Salud (SNS) impulsado por el Ministerio de Sanidad, al que ha definido como “disparate”, y ha acusado a la ministra Mónica García de “mentir” y “señalar” a las comunidades autónomas.
En una entrevista en ‘esRadio’, recogida por Europa Press, la responsable madrileña de Sanidad ha sostenido que “es un Estatuto Marco lesivo-regresivo, el Estatuto Marco había que modificarlo porque lleva 20 años vigente y evidentemente la asistencia ha cambiado y entonces ella (Mónica García) lo que hace es sacar cosas de los cajones en el Ministerio para hacer ver que hace cosas, pero el problema es que le falta el saber cómo hay que trabajar y el procedimiento”.
Las declaraciones de Matute se producen en vísperas de las cuatro jornadas de huelga nacional que la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) tienen previsto iniciar este martes y prolongar hasta el viernes, en protesta por el contenido del nuevo Estatuto Marco.
La consejera ha considerado que el borrador remitido por el Ministerio “confunde legislación” y “no deja horas de descanso suficientes”. A su juicio, “crea un Estatuto Marco que es un disparate y encima crea falsas expectativas porque ni ha tasado nada con Función Pública, ni ha tasado nada con el Ministerio de Hacienda y, desde luego, no ha tasado nada con las comunidades autónomas porque miente”.
En este contexto, Matute ha reiterado que estará “al lado” de los profesionales sanitarios, a quienes, según ha dicho, la ministra “ha traicionado”. Además, ha advertido de que “y si lo lleva al Congreso en una patada hacia adelante, se dará cuenta que no se lo van a aprobar, los primeros, sus compañeros de Gobierno de Junts, que está arrodillada con los independentistas y luego también con los bilduetarras, porque no se lo van a aprobar”.
La consejera ha aprovechado también para criticar lo que considera un “ataque” a la ley contra la privatización, al entender que la titular de Sanidad “no sabe de lo que está hablando”. Frente a ello, ha defendido un modelo liberal de sanidad “que funciona y que es excelente”, que, según ha remarcado, se avala con “datos tozudos”, frente al proyecto del Ejecutivo central, que ha descrito como un “neocomunismo mal entendido” que conduciría a un sistema sanitario “cubano, nicaragüense o norcoreano”.
