En el VI Simposio del Observatorio de la Sanidad, organizado por El Español e Invertia, las consejeras de Sanidad de Madrid y La Rioja expresaron su descontento con el método de negociación del nuevo Estatuto Marco para los profesionales sanitarios. Ambas coincidieron en que ‘Se ha incendiado al sector’.
Fátima Matute, a cargo de Sanidad en Madrid, criticó que las negociaciones sobre el Estatuto Marco ‘no están siendo llevadas de la manera adecuada’, ya que ‘no se ha realizado un diagnóstico previo y esto podría generar expectativas falsas’. Por su parte, María Martín, su homóloga riojana, señaló que ‘el Estatuto Marco ha tenido un comienzo problemático según lo expresado en las reuniones por todos los consejeros autonómicos’.
‘Las comunidades autónomas gestionan la sanidad y deberíamos dialogar con las Administraciones para compartir ideas’, dijo Martín. ‘Todos queremos mejorar las condiciones y salarios de los sanitarios. El Estatuto Marco requiere una reforma por razones evidentes’, añadiendo la importancia de incluir a otros departamentos como Función Pública y Hacienda en las conversaciones para abordar aspectos sociosanitarios. ‘Es complicado revertir la situación, se ha incendiado a todo el sector’, lamentó.
Matute también abogó por ‘una financiación adecuada y la optimización de recursos’, subrayando la creciente inversión autonómica en sanidad frente a la reducción del gasto estatal. Además, criticó la obligación de utilizar lenguas cooficiales en la atención sanitaria en ciertas regiones, destacando su orgullo por la diversidad lingüística de España pero advirtiendo contra su mezcla con la política sanitaria. ‘Debemos enfocarnos menos en la ideología y más en la salud’, concluyó Martín.
La ministra de Sanidad, Mónica García, inauguró el simposio destacando la fortaleza del sistema sanitario español y sus desafíos futuros como el envejecimiento poblacional y la complejidad creciente de las necesidades de los pacientes. García enfatizó la necesidad de un enfoque global en salud y recordó los avances del gobierno en materia de salud pública y accesibilidad a tratamientos innovadores, además de la importancia de mantener la salud como un consenso social.