La Unin de Empresarios del Vapeo y la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo han expresado su descontento el martes con el anteproyecto de la Ley del Tabaco recientemente aprobado, que trata de igual manera los cigarrillos convencionales y los electrónicos, entre otras disposiciones.
Arturo Ribes, presidente de la Unión de Empresarios del Vapeo, ha declarado que esta ley representa un auténtico atentado contra la salud pública al no prohibir la venta libre de estos productos ni implementar sistemas de control para la venta a menores.
Lo que hemos visto en este borrador de la ley es la guinda del pastel de un conjunto de medidas de destrucción masiva que harán de España el mayor mercado negro de Europa para los productos del vapeo, ha declarado Ribes, advirtiendo que esto podría duplicar el número de usuarios de vapeadores e inundar el país con productos ilegales y de dudosa seguridad.
Ribes también ha mostrado su preocupación por la aparente desinterés del Ministerio de Sanidad respecto a las propuestas de la Unión para asegurar la seguridad de los vapeadores y regular el mercado de dichos productos.
Mientras se pueda comprar en una tienda de conveniencia, bazar o peluquería un vaper con forma de Bob Esponja, tendremos un grave problema y esta ley no pone solución a la falta total de control de acceso de los menores que desde el sector estamos pidiendo, enfatizó Ribes.
Además, Ribes ha señalado la sombra que proyecta el Real Decreto de fabricación de tabaco y productos relacionados, que incluye la prohibición de los sabores en los cigarrillos electrónicos, lo que podría significar una pérdida de más del 85 por ciento de los ingresos para las tiendas de vapeo.
Ha lamentado que el Ministerio de Sanidad no haya considerado las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y de otros países sobre la necesidad de una regulación eficaz que evite medidas desproporcionadas y anticompetitivas, y ha opinado que se ha optado por seguir el ejemplo de países como Países Bajos, México, Venezuela o India, donde el comercio ilícito ha aumentado considerablemente.
Parece que la nueva Ley del Tabaco es verdaderamente una ley anti-nuevos productos como los vapers, y solo busca demonizar a los vapeadores adultos, mientras sigue sin ofrecer ayudar y ofrecer soluciones a los más de ocho millones de fumadores de España. Con una buena normativa, el producto debe ser: una alternativa mucho menos dañina para los fumadores adultos que buscan dejar el cigarrillo y que, por supuesto, tiene que estar lejos del acceso de los menores, concluyó Ribes.
UNA LEY ABOCADA AL FRACASO
Fernando Fernández Bueno, portavoz de la plataforma y cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla, ha criticado que esta ley ignora la ciencia y no ofrece soluciones realistas, anticipando que está destinada al fracaso.
Ha resaltado que la ciencia ha demostrado que los vapeadores son sustancialmente menos dañinos que los cigarros tradicionales, y que naciones avanzadas en la lucha contra el tabaquismo, como Suecia o Reino Unido, han incluido estos productos en sus estrategias de reducción de fumadores.
El portavoz ha insistido en que, de ser aprobada, lo único que conseguirá es que los más de nueve millones de fumadores actuales en España continúen fumando, por lo que ha urgido al Gobierno a reconsiderar su decisión de equiparar ambos productos y que escuchen a quienes defienden que la ciencia debe ser prioritaria en esta ley.