Este martes, la Asociación de Pacientes Anticoagulados y Cardiovasculares (AMAC) ha hecho un llamado para erradicar las desigualdades en el acceso a la atención médica que enfrentan en España debido a las variaciones en los protocolos entre comunidades autónomas, el acceso a tecnologías de seguimiento, la disponibilidad de anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) y en la continuidad asistencial.
En el contexto del Día Nacional del Paciente Anticoagulado, AMAC ha instado tanto a profesionales del sector salud como a la comunidad y autoridades sanitarias a reconocer los desafíos que implica vivir con tratamientos anticoagulantes, necesarios para prevenir condiciones graves como el ictus o la trombosis. La correcta anticoagulación exige un delicado balance para prevenir coágulos y a la vez minimizar el riesgo de hemorragias, considerando interacciones medicamentosas y ajustes en el estilo de vida.
Desde la asociación se ha destacado que los ACOD han «simplificado notablemente» la gestión de la anticoagulación, aunque los pacientes «siguen afrontando inseguridades y desafíos» que necesitan de educación continua y apoyo constante. Aproximadamente un millón de personas en España están bajo tratamiento anticoagulante, un número en aumento con el envejecimiento poblacional y las crecientes enfermedades cardiovasculares. La fibrilación auricular, responsable de gran parte de estas prescripciones, ya afecta al 4,4 por ciento de los adultos mayores de 40 años en España.
AMAC ha enfatizado que las desigualdades y barreras actuales «no deberían existir» y recuerda que la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud demanda un nivel uniforme de cuidado y tecnología para todos los ciudadanos, sin importar su ubicación geográfica.
EDUCACIÓN DEL PACIENTE
La organización ha subrayado la importancia de la educación del paciente como un aspecto crítico, a menudo no abordado adecuadamente. Destacan que la información adecuada, la comprensión del tratamiento, el apoyo psicológico y la capacidad de prever riesgos son esenciales para reducir complicaciones, fortalecer la autonomía y mejorar la calidad de vida, aliviando la carga del sistema sanitario. Para alcanzar estos objetivos, AMAC pide a los profesionales médicos tratar a los pacientes de manera integral, escuchando sus experiencias y preocupaciones diarias.
«La equidad salva vidas. Instamos a reforzar la cohesión del Sistema Nacional de Salud, a garantizar acceso homogéneo a tecnologías y tratamientos, y a asegurar que ninguna persona anticoagulada quede atrás por razones geográficas o administrativas», concluyó AMAC en su mensaje final.
