Directrices mundiales de la OMS para el manejo de arbovirus en nuevas regiones

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido nuevas directrices globales enfocadas en el manejo clínico de arbovirus como el dengue, chikungunya, virus Zika y fiebre amarilla, proporcionando así orientación especial a los médicos en regiones recientemente afectadas.

Estos virus, transmitidos por los mosquitos ‘Aedes’, tradicionalmente se localizaban en zonas tropicales y subtropicales, pero ahora se están dispersando debido a factores como el cambio climático, el crecimiento demográfico, el incremento de los desplazamientos y la urbanización, convirtiéndose en una creciente amenaza para la salud pública mundial, de acuerdo con la OMS.

Los arbovirus representan ahora una creciente amenaza para la salud pública, poniendo en riesgo a más de 5.600 millones de personas (…) A medida que los brotes aumentan y se propagan a nuevas regiones, es fundamental que los profesionales sanitarios reconozcan estas enfermedades y traten a los pacientes según las directrices más recientes basadas en la evidencia.

Identificar estas enfermedades puede ser complejo ya que sus síntomas frecuentemente se confunden con otras enfermedades febriles. Además, en algunas áreas, varios arbovirus circulan al mismo tiempo, complicando aún más el diagnóstico, especialmente donde las pruebas son escasas.

Estas directrices están diseñadas para asistir a los profesionales de la salud en ofrecer un cuidado óptimo, incluyendo recomendaciones para el manejo de casos leves y graves, aplicables en todos los niveles del sistema de salud.

Las guías previas se fundamentaban principalmente en la opinión de expertos y la experiencia clínica. Sin embargo, estas nuevas directrices utilizan la metodología GRADE (Clasificación de la Evaluación, el Desarrollo y la Evaluación de Recomendaciones).

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y los Estados miembros, en 2022, ya habían desarrollado directrices basadas en la primera evaluación GRADE para el manejo de dengue, chikungunya y Zika específicamente para el continente americano.

Por esta razón, la OMS ha decidido adoptar un proceso similar a nivel global, que sea adecuado tanto para áreas donde los arbovirus son endémicos como para aquellas regiones donde su introducción es probable a futuro.

Desde la perspectiva de preparación y planificación de recursos de atención de salud, el tamaño y la frecuencia cada vez mayores de las epidemias de arbovirus están ejerciendo una presión adicional sobre las instalaciones y el personal disponibles, y la capacidad de mejorar los resultados de los pacientes mediante la reducción de las admisiones hospitalarias y las duraciones más cortas de las estadías hospitalarias se está volviendo cada vez más importante, ha aseverado la OMS.

CONSEJOS PARA PACIENTES LEVES

En el manejo de pacientes leves, tanto sospechosos como confirmados, la OMS sugiere el uso de la fluidoterapia oral protocolizada y el paracetamol o metamizol para el dolor o fiebre, mientras desaconseja los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los corticosteroides en todos los casos.

RECOMENDACIONES PARA PACIENTES GRAVES

Para los casos graves, la OMS recomienda el uso de cristaloides sobre coloides para la fluidoterapia intravenosa, y sugiere el uso del tiempo de llenado capilar o la medición de lactato para guiar su administración. Además, recomienda la prueba de elevación pasiva de piernas para evaluar la necesidad de más fluidoterapia intravenosa en pacientes en ‘shock’. También respalda el uso de N-acetilcisteína intravenosa para insuficiencia hepática por fiebre amarilla y aprueba el uso de inmunoglobulina monoclonal TY014 o sofosbuvir en investigación.

Asimismo, desaconseja los corticosteroides sistémicos, el uso de inmunoglobulinas, y las transfusiones profilácticas de plaquetas en pacientes graves con un recuento plaquetario bajo sin hemorragia activa.

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