El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ha solicitado este martes asegurar un acceso justo a las vacunas contra la difteria para hacer frente a la transmisión local continua que, aunque ha disminuido tras el “gran brote” de 320 casos de 2022, sigue reportándose un número de casos superior al promedio de 21 casos anuales previos a 2020.
Entre sus recomendaciones clave para combatir esta enfermedad, causada por la bacteria ‘Corynebacterium diphtheriae’, se incluyen vacunar a los grupos más vulnerables a la infección, como personas sin hogar, quienes residen, trabajan o son voluntarios en centros de alojamiento temporal, migrantes y consumidores de drogas inyectables.
De los 234 casos de difteria reportados en la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo (UE/EEE) desde enero de 2023, una parte “significativa” pertenece a estos grupos, por lo que el ECDC también ha recomendado aumentar la sensibilización entre los profesionales de la salud y quienes trabajan con estas poblaciones sobre las distintas manifestaciones clínicas de la enfermedad.
Para abordar esta situación, el ECDC ha visto necesario también revisar periódicamente la disponibilidad de antitoxina diftérica para el tratamiento a nivel local y nacional, y fortalecer la vigilancia y detección rápida de casos, así como para entender los patrones de transmisión.
“El hecho de que observemos infecciones de difteria adquiridas por poblaciones vulnerables en la UE/EEE indica una transmisión continua e inadvertida en la comunidad. Esto es motivo de preocupación y exige mayores esfuerzos para abordar las barreras a la vacunación entre estos grupos vulnerables. Es fundamental aumentar la concienciación sobre los síntomas, el diagnóstico rápido y la actuación inmediata de salud pública”, ha afirmado el jefe de la Unidad de Enfermedades de Transmisión Directa y Prevenibles por Vacunación del ECDC, Bruno Ciancio.
Posteriormente, ha instado a implementar actividades de promoción de la salud adaptadas a las poblaciones más propensas a estar expuestas a la difteria y fomentar la participación de estos grupos en los programas de vacunación, que han contribuido a “casi eliminar” la enfermedad, siendo “muy bajo” el riesgo para la población en general, aunque los inmunizados, aunque muy improbable, pueden transmitir la infección, aunque de forma asintomática o leve.
Para los grupos de riesgo no vacunados, el riesgo se incrementa a ‘moderado’ y pueden presentar infecciones cutáneas o difteria respiratoria, que puede resultar fatal en el 5 o 10 por ciento de los casos.
Es importante mencionar que una parte significativa de los casos del brote de 2022 se dio entre migrantes recién llegados y que habían estado expuestos a la difteria durante su viaje, y la mayoría estaban asociados a las secuencias ST377, ST384 y ST574. Desde entonces, al menos 25 de los 82 casos reportados por Austria, Chequia, Alemania, Noruega, Polonia y Suiza son personas sin hogar, consumidores de drogas, individuos no vacunados previamente y personas mayores.















