El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha difundido un nuevo informe en el que advierte de “importantes barreras” entre los Estados europeos a la hora de aplicar medidas de prevención y pruebas diagnósticas frente a las infecciones de transmisión sexual (ITS), así como de una inquietante escasez de datos, lo que complica contener las epidemias de clamidia, gonorrea y sífilis.
El documento, titulado 'Seguimiento de las respuestas a las epidemias de infecciones de transmisión sexual en los países de la UE/EEE, 2024', ofrece una primera radiografía detallada de cómo los países europeos están respondiendo al repunte de las ITS.
De acuerdo con el informe, las tasas notificadas de gonorrea se incrementaron cerca de un 300% entre 2014 y 2023 en hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres. Además, se han detectado aumentos recientes entre la población joven, sobre todo en mujeres de 20 a 24 años, donde las tasas de gonorrea crecieron casi un 200% solo entre 2021 y 2023, lo que refleja la “urgente necesidad de respuestas nacionales sólidas e inclusivas”.
En este escenario, 18 de los 29 Estados que remitieron información disponen de una estrategia o política nacional para la prevención y el control de las ITS. La mayoría de estos marcos se orientan de forma específica a los grupos más golpeados por las epidemias actuales, como los jóvenes de 15 a 24 años y los hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
No obstante, buena parte de estos planes se han quedado obsoletos. Solo diez países han revisado sus estrategias nacionales de ITS en los últimos cinco años, de modo que muchas no incorporan los cambios de comportamiento posteriores a la pandemia ni las tendencias epidemiológicas más recientes. “La falta de estrategias actualizadas se ve agravada por importantes obstáculos para quienes buscan atención médica”, indica el ECDC.
Obstáculos en las pruebas y el acceso sanitario
El informe detalla que en 13 de los 29 países analizados las personas siguen afrontando pagos directos para acceder a pruebas básicas de ITS. En el caso de los jóvenes, la confidencialidad se convierte en otra traba, ya que siete Estados exigen el consentimiento paterno a los menores de 18 años para poder someterse a las pruebas, lo que puede desanimar a adolescentes sexualmente activos a solicitar ayuda.
El texto remarca también que son pocos los países que recogen información sobre la cobertura real de las medidas de prevención y de los tratamientos. Pese a los riesgos graves vinculados a la sífilis congénita, únicamente cuatro países pudieron aportar datos sobre la proporción de mujeres embarazadas que se someten a pruebas de cribado de esta infección.
Las carencias preventivas se reflejan igualmente en los programas de vacunación: aunque muchos Estados cuentan con políticas frente a la sífilis congénita, la cobertura continúa siendo reducida. Según los datos disponibles, la proporción de hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres completamente vacunados contra la sífilis congénita es de apenas el 13,2 por ciento de media en los países que enviaron información.
Reforzar la accesibilidad de los servicios
En este contexto, el ECDC pide a las autoridades sanitarias mantener una vigilancia estrecha y asegurar el acceso a la vacunación de las personas con mayor riesgo, ante la transmisión continuada de mpox, incluida la detección reciente en Europa de casos de mpox del clado Ib adquiridos localmente entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
Las conclusiones del informe ponen de relieve la necesidad de servicios accesibles y de resultados que puedan medirse. Para contener de forma efectiva estas epidemias, se anima a los países a actualizar sus estrategias nacionales, derribar las barreras para el acceso a las pruebas y reforzar los sistemas de vigilancia de las ITS, así como el seguimiento de la cobertura de las intervenciones, con el fin de orientar y mejorar las acciones de prevención.