La directora del Instituto Superior de Enfermería (ISFOS) del Consejo General de Enfermería, Pilar Fernández, ha subrayado el papel esencial de las enfermeras a la hora de garantizar a las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) una atención constante y centrada en el paciente, que abarque la detección precoz de cambios clínicos, la educación terapéutica y el acompañamiento emocional.
Estas declaraciones se enmarcan en el encuentro virtual “Actualizaciones en EPOC para enfermería”, promovido por ISFOS con la colaboración de AstraZeneca. Este ‘webinar’ ha tenido como finalidad repasar las novedades más recientes en torno a la EPOC, una patología que afecta a más de tres millones de personas en España y que, pese a ello, permanece infradiagnosticada, ya que hasta el 80 por ciento de quienes la sufren desconoce su situación.
“El impacto en la calidad de vida de las personas con esta enfermedad y la carga asistencial que supone requiere, más que nunca, profesionales formados, actualizados y capaces de liderar el acompañamiento y la educación sanitaria de quienes la padecen”, ha expuesto Pilar Fernández.
Durante la sesión, los expertos participantes han recalcado la trascendencia del seguimiento continuado de los pacientes con EPOC, al tratarse de una enfermedad crónica caracterizada por frecuentes episodios de agudización. En esta línea, el encuentro ha permitido poner el acento en nuevas herramientas prácticas que facilitan el control de la patología, el seguimiento clínico y la mejora de la adherencia terapéutica.
“Sabemos que aquellos pacientes que efectúan seguimientos adecuados limitan sus agudizaciones y tienen una adhesión terapéutica correcta, mejoran su pronóstico a medio y largo plazo”, ha explicado el médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Juan Antonio Trigueros, coordinador del Grupo de Patología Respiratoria de la Sociedad Española de Medicina General y de Familia (GPR-SEMG).
Valoración funcional respiratoria y rol avanzado de enfermería
Las enfermeras asumen, además, una función central en la valoración funcional respiratoria, ya que son quienes realizan pruebas como la espirometría forzada, el test broncodilatador, la difusión simple de monóxido de carbono, la pletismografía y el test de marcha de seis minutos. A través de estas exploraciones se obtienen parámetros clave sobre el grado de obstrucción bronquial, la respuesta al tratamiento, los volúmenes pulmonares, la capacidad de intercambio gaseoso y la tolerancia al esfuerzo.
“Gracias a esta labor especializada, se facilita una detección precoz de exacerbaciones, se optimiza el tratamiento y se potencia la educación terapéutica, contribuyendo a una atención más eficaz, personalizada y orientada a mejorar el pronóstico y la calidad de vida de las personas con EPOC”, ha insistido la presidenta del Colegio de Enfermería de Ávila, Jenifer Marcos, enfermera experta en EPOC.
En cuanto al abordaje terapéutico, los especialistas han remarcado que las distintas alternativas disponibles, incluidos los propelentes de nueva generación recientemente autorizados en Europa, deben valorarse de manera individual para cada paciente. Han insistido en que el criterio clínico debe prevalecer sobre cualquier otro aspecto para mantener un control adecuado de la EPOC y asegurar una buena adherencia al tratamiento.
En este contexto, la enfermera de enfermedades pulmonares intersticiales difusas y responsable de Neumología en el Hospital Recoletas Salud Campo Grande (Valladolid), Sara Rebollo, ha puesto en relieve la aportación de la enfermería en la detección de fallos habituales en la técnica inhalatoria, uno de los factores que más contribuyen al mal control de la enfermedad.
“La consulta de enfermería es un pilar importante en el manejo de la EPOC. A través de una correcta valoración y del entrenamiento en la técnica inhalada, se consigue optimizar los tratamientos y empoderar al paciente para su autocuidado”, ha recordado Rebollo, miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Herramienta RADAR para evaluar el control de la EPOC
El encuentro ha servido igualmente para presentar la herramienta de valoración del control de la EPOC “RADAR”, desarrollada por un comité multidisciplinar de especialistas en la enfermedad para su aplicación en el ámbito de la Atención Primaria (AP).
Esta herramienta, impulsada con el apoyo de AstraZeneca, considera cuatro parámetros fundamentales: el uso de medicación de rescate, las agudizaciones registradas en los últimos tres meses, el grado de disnea y el nivel de actividad física diaria del paciente. A partir de estos datos, los profesionales pueden identificar de forma sencilla a los pacientes con un control insuficiente de la EPOC.
“Estas variables han sido validadas en una cohorte apropiada y permiten recomendar la utilización sistemática de la herramienta. La vocación clara de la herramienta es conseguir su máxima difusión en las consultas asistenciales y siempre que sea necesario conocer el grado de control. El objetivo es bajar las tasas de mal control de los pacientes con EPOC”, ha detallado el coordinador del Grupo de Patología Respiratoria de la Sociedad Española de Medicina General y de Familia (GPR-SEMG), Antonio Trigueros.
Según ha remarcado, se trata de una propuesta innovadora en el contexto nacional, ya que en España no existe una tradición consolidada de programas estructurados para el manejo de la EPOC en las consultas de Atención Primaria, por lo que herramientas como RADAR pueden contribuir a homogeneizar la práctica clínica y mejorar los resultados en salud.










