El doctor Javier Die Trill, especializado en coloproctología en el Hospital Ruber Internacional de Madrid, ha destacado los progresos en las intervenciones quirúrgicas para hemorroides, las cuales ahora son menos invasivas y aumentan notablemente la calidad de vida de los afectados.
“Las posibilidades terapéuticas son muchas y deben adaptarse al tamaño, grado y síntomas que producen las hemorroides. Hoy, el tratamiento quirúrgico no tiene por qué ser doloroso en la mayoría de los casos”, señaló el doctor.
OPCIONES TERAPÉUTICAS
Die Trill explica que no siempre es necesario recurrir a la cirugía, pues frecuentemente basta con un tratamiento conservador para aliviar los síntomas y mejorar la vida del paciente. Esto puede incluir una dieta alta en fibra y suficiente agua, hábitos higiénicos que minimicen el esfuerzo al evacuar y el uso de pomadas y medicamentos que refuercen las venas.
Si estas medidas no son suficientes, se consideran diferentes técnicas quirúrgicas. Desde la ligadura con banda elástica y la esclerosis con etoxiesclerol para hemorroides internas de grado I-II, hasta la hemorroidectomía tradicional y con grapadora para casos más severos.
“El objetivo es ofrecer al paciente el tratamiento más eficaz con la menor agresión posible, adaptándonos siempre a sus síntomas clínicos y a sus preocupaciones”, detalló el especialista.
TRAS LA CIRUGÍA
Posteriormente a la intervención, se aconseja mantener una dieta rica en fibra y una adecuada hidratación. Die Trill recalca que es común experimentar dolor leve o sangrado inicialmente, pero es crucial consultar al especialista ante síntomas como fiebre o sangrado abundante.
“Gracias a la experiencia acumulada y al trabajo en equipo, hemos logrado que la cirugía de hemorroides deje de asociarse con un proceso doloroso y traumático. Hoy podemos hablar de resultados extraordinarios que mejoran la calidad de vida de nuestros pacientes. Un diagnóstico temprano permite un tratamiento más sencillo, menos agresivo y con mejores resultados”, concluyó Die Trill.