El doctor Ignacio Matos, oncólogo médico de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid, ha subrayado la necesidad de ajustar los procedimientos de autorización de nuevos tratamientos oncológicos al progreso «acelerado» de la innovación, durante el XVII Seminario de Periodistas ‘Curar y cuidar en Oncología’, coordinado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la empresa biofarmacéutica MSD.
«La llegada de medicamentos dirigidos a alteraciones genéticas muy específicas desafía los modelos tradicionales de evaluación, que están pensados para terapias más generalizadas», ha manifestado Matos en su intervención.
Posteriormente, explicó que la aprobación de muchos tratamientos oncológicos se basa en información de ensayos clínicos pequeños, pero «altamente seleccionados» y con resultados «muy relevantes».
El evento también fue una oportunidad para discutir sobre cómo los nuevos ensayos clínicos buscan enfoques innovadores que superan los métodos tradicionales centrados únicamente en la eficacia del tratamiento, para ofrecer cuidados más personalizados y sostenibles que respondan a las necesidades de los pacientes.
El doctor Tomás Pascual, del Hospital Clínic de Barcelona, destacó que entre estos nuevos objetivos se incluyen la calidad de vida y los resultados reportados por los pacientes; el empleo de biomarcadores moleculares y dinámicos, como la biopsia líquida o la respuesta molecular precoz; y la evaluación de estrategias de desescalado terapéutico, especialmente en pacientes con buen pronóstico o alta sensibilidad biológica.
«Estos marcadores tienen un impacto positivo en la participación y la adherencia, al favorecer una mayor alineación con las prioridades del paciente y reforzar la percepción de un enfoque más personalizado», señaló Pascual, mencionando que esto genera una «mayor confianza» y fomenta la participación activa del paciente en la toma de decisiones.
Además, las innovaciones tecnológicas han revolucionado «profundamente» el diseño y la ejecución de los ensayos clínicos.
BIOPSIA LÍQUIDA EN CÁNCER DE MAMA
Entre los avances destaca la biopsia líquida, que permite monitorear a pacientes con cáncer de mama analizando fragmentos de ADN tumoral en la sangre, facilitando un seguimiento no invasivo, continuo y preciso del estado del tumor y la respuesta al tratamiento.
La integración de biomarcadores y técnicas de secuenciación genómica está permitiendo desarrollar ensayos más dirigidos y personalizados, buscando no solo una «eficacia promedio», sino el «beneficio» individual del paciente, ha afirmado Pascual.
Por otro lado, la oncóloga Rebeca Lozano del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca destacó que esta situación ha facilitado la aprobación de fármacos «en indicaciones raras» y «con pocos pacientes», demostrando siempre una alta eficacia.
Los diseños «más innovadores» como los ensayos ‘basket’ y ‘umbrella’ están siendo cada vez más utilizados, agrupando diferentes tipos de cáncer con una misma alteración genética o probando distintas terapias en un mismo tipo de tumor con diversas mutaciones, explicó.
El doctor Joaquín Gavilá, del Instituto Valenciano de Oncología y tesorero de la Junta Directiva de SOLTI, resaltó la importancia de otros avances como la Inteligencia Artificial (IA), que tiene un papel «transformador» en el diseño de estos ensayos.
«Permiten analizar grandes volúmenes de datos para seleccionar mejor a los pacientes, ajustar criterios de inclusión y exclusión, y diseñar ensayos adaptativos que evolucionan según los resultados intermedios. También ayuda a predecir respuesta o toxicidad en base a perfiles clínicos y genómicos, y facilita la monitorización remota y la recogida de resultados reportados por el paciente, reduciendo desplazamientos y carga asistencial», añadió.
ALTO NIVEL DE LOS ESTUDIOS ESPAÑOLES
El evento también fue una ocasión para destacar el «alto nivel de desarrollo y la relevancia» de los estudios realizados por investigadores españoles, según el presidente de SEOM, el doctor César A. Rodríguez, basándose en el Dossier de Investigación Oncológica 2025, publicado en junio pasado.
Este documento muestra que España lidera los ensayos clínicos en Europa, con el mayor número de estos por cada 100.000 habitantes, tanto a nivel general como específicamente en Oncología.
Aunque se ha registrado un descenso general en el número de ensayos clínicos iniciados en los últimos años en Europa, debido a un «incremento notable» en países asiáticos, especialmente en China, en España el número de ensayos clínicos iniciados ha permanecido estable.
Entre los factores que contribuyen a ello se incluye el menor tiempo requerido para iniciar un ensayo en España (promedio de 206 días, frente a 277 en la Unión Europea), además de la calidad del sistema sanitario, de la infraestructura y de la descentralización de los centros de investigación.