Especialistas recalcan el uso limitado de la espirometría en atención primaria, pese a ser crucial

SEPAR resalta la infrautilización de la espirometría en atención primaria, clave para diagnóstico y seguimiento de enfermedades respiratorias.

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha destacado la escasa utilización de la espirometría fuera de los entornos hospitalarios, a pesar de su papel «esencial» en la detección temprana y el monitoreo de enfermedades respiratorias como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Aunque es una técnica «sencilla, segura y no invasiva» que evalúa la capacidad pulmonar y detecta anomalías en el flujo aéreo, y está presente en «prácticamente» todas las consultas neumológicas hospitalarias, los expertos han señalado que su reducido uso en otros ámbitos contribuye al alto «infradiagnóstico» de estas afecciones.

«Sabemos que muchas personas con asma o EPOC no están diagnosticadas. Si se generalizara el uso de la espirometría en la Atención Primaria, podríamos identificar los casos de forma temprana, iniciar tratamientos a tiempo y mejorar la calidad de vida de miles de pacientes», explicó el doctor Ramón Fernández, coordinador del Subgrupo de Función Pulmonar del Área de Neumología Intervencionista de SEPAR, durante el Día Mundial de la Espirometría.

Además, la espirometría tiene un rol «clave» en la evaluación de la función pulmonar en pacientes con fibrosis pulmonar o cáncer de pulmón, así como para comprobar la eficacia de los tratamientos y la evolución de las enfermedades a largo plazo.

«Gracias a esta herramienta podemos saber si una intervención está funcionando o si la enfermedad está progresando. Es básica para el control clínico y el seguimiento a largo plazo», destacó el especialista.

No obstante, Fernández señaló que la implementación sistemática de estas pruebas en Atención Primaria requiere de recursos, tiempo y formación, ya que realizar una espirometría de calidad depende de equipos adecuados y personal entrenado, y una «mala técnica» puede llevar a diagnósticos erróneos.

Por último, apuntó que los avances tecnológicos y la digitalización podrían facilitar su implantación en diferentes entornos asistenciales, con equipos portátiles y sistemas automatizados que agilicen la interpretación de resultados.

«La espirometría es al pulmón lo que el electrocardiograma es al corazón. Sin ella, no podemos conocer el verdadero estado de salud respiratoria de nuestros pacientes», concluyó el doctor Fernández.

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