Un grupo de investigadores del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) ha constatado que la presencia de mutaciones en ESR1 en mujeres con cáncer de mama metastásico ER+/HER2-, que empeoran tras una primera línea con inhibidores de CDK4/6 combinados con terapia endocrina, se asocia a un pronóstico más desfavorable.
Los resultados del estudio GEICAM/2014-03 RegistEM, presentados en el Simposio de Cáncer de Mama de San Antonio (Estados Unidos), señalan que las pacientes con mutaciones en ESR1 presentan una supervivencia libre de progresión más breve, efecto que se acentúa cuando concurren varias mutaciones o se detectan alteraciones en genes como TP53 o PIK3CA.
Este análisis en contexto de práctica clínica habitual refuerza el papel de ESR1 como biomarcador pronóstico, por lo que los especialistas subrayan la conveniencia de incorporar el perfil mutacional obtenido mediante biopsia líquida a la toma de decisiones terapéuticas tras la progresión a inhibidores de CDK4/6, sobre todo cuando se identifican mutaciones concomitantes con impacto clínico.
El trabajo también ha aportado información “clave” sobre los patrones de respuesta duradera en pacientes con cáncer de mama avanzado HER2+, al observar que las denominadas largas respondedoras muestran un patrón metastásico menos agresivo, con mayor proporción de afectación ósea o de partes blandas y menor compromiso visceral.
Además, se ha observado que las mujeres con cáncer de mama metastásico de novo y con un número limitado de metástasis (enfermedad oligometastásica) presentan más probabilidades de convertirse en largas respondedoras.
El estudio confirma igualmente que los esquemas basados en trastuzumab y pertuzumab se asocian con una supervivencia libre de progresión más prolongada en primera línea (mediana de 23 meses frente a 13 meses sin estos fármacos) y con una mejor supervivencia global frente a otros abordajes (mediana de 73 meses frente a 48 meses).
EL PAPEL PRONÓSTICO DEL SISTEMA INMUNE INNATO
En el mismo congreso, GEICAM ha dado a conocer el estudio GEICAM/2018-03 NIKOLE, centrado en el valor pronóstico del sistema inmune innato en pacientes con cáncer de mama luminal avanzado tratadas con terapia endocrina.
El trabajo describe cambios significativos en los niveles de seis citoquinas (IL15, Granzyme, MICA, MICB, IFNy y VEGFA) entre el inicio del tratamiento y los tres meses posteriores, variaciones que se detectan en ambos grupos de pacientes con independencia del grado de sensibilidad tumoral a la terapia endocrina.
Los investigadores han observado un mayor beneficio clínico en las pacientes con niveles bajos de IFNy y VEGFA en sangre, así como que concentraciones reducidas de MICA y Granzyme antes de iniciar el tratamiento se relacionan con una supervivencia libre de progresión más prolongada.
En conjunto, estos datos apuntan a que los niveles de citoquinas circulantes son independientes de la sensibilidad hormonal y actúan como posibles biomarcadores pronósticos, reforzando la hipótesis de que el perfil inmunológico innato aporta información esencial para entender la biología del cáncer de mama luminal avanzado y optimizar la selección de pacientes para nuevas estrategias inmunoterapéuticas.
ANÁLISIS DE LA CALIDAD DE VIDA TRAS QUIMIOTERAPIA ADYUVANTE
Otro de los trabajos presentados, GEICAM/2003-02, evalúa de forma longitudinal la evolución de la calidad de vida relacionada con la salud en mujeres con cáncer de mama en estadios iniciales tratadas con quimioterapia adyuvante, en un contexto en el que el impacto de los tratamientos sobre la calidad de vida cobra cada vez más relevancia en el manejo de la enfermedad.
En la investigación se han comparado los regímenes FACx6 y FACx4 seguido de paclitaxel semanal (FACx4->wPx8). En una cohorte de 298 pacientes, ambos esquemas produjeron un descenso temporal de la calidad de vida entre el inicio y el final de la quimioterapia, aunque las pacientes de los dos brazos experimentaron una recuperación a los seis meses, superando ligeramente los valores basales.
Los autores destacan que el esquema FACx4->wPx8 se asoció a un deterioro funcional más acusado tras el tratamiento, así como a una reducción más notable de la calidad de vida en mujeres postmenopáusicas y en aquellas con tumores RH+/HER2- que recibieron terapia endocrina posterior a la quimioterapia.
MECANISMOS DE RESISTENCIA A T-DM1 EN CÁNCER DE MAMA AVANZADO
El estudio GEICAM/2017-04 KATIA ha aportado nueva información para desentrañar los mecanismos implicados en la resistencia primaria y adquirida a trastuzumab emtansina (T-DM1) en pacientes con cáncer de mama avanzado HER2+.
Entre los hallazgos más destacados figura que determinadas mutaciones presentes en el tumor antes de iniciar el tratamiento (en concreto en los genes CCND1, FGF4 y FGF19) se relacionaron con una supervivencia libre de progresión más prolongada, lo que apunta a que la presencia de mutaciones en estos genes podría funcionar como biomarcadores para seleccionar a las pacientes que obtendrían un mayor beneficio de T-DM1, facilitando así un abordaje más preciso y personalizado en cáncer de mama HER2+ avanzado.
BENEFICIOS DE LA DIETA MEDITERRÁNEA
Otro análisis presentado corresponde a un estudio epidemiológico sobre estilo de vida y riesgo de cáncer de mama, que aporta nuevos datos sobre la relación entre la adherencia a la dieta mediterránea y la biología molecular del tumor, utilizando los perfiles moleculares PAM50 para estimar el riesgo de recaída y la proliferación tumoral.
Los resultados muestran que las mujeres con mayor adherencia a la dieta mediterránea presentan un riesgo de recaída más bajo y una menor proliferación tumoral estimada mediante la estandarización molecular PAM50, dos parámetros asociados a un pronóstico más favorable, lo que sugiere que este patrón alimentario podría influir positivamente en la biología tumoral y en la probabilidad de recaída.
ESTRATEGIAS PROFILÁCTICAS FRENTE A LA DIARREA
El último trabajo expuesto ha sido GEICAM/2018-06 DIANER, centrado en el abordaje de la diarrea asociada al tratamiento con neratinib en pacientes con cáncer de mama temprano HER2+/RH+ en contexto de tratamiento adyuvante extendido.
Los autores han comparado tres estrategias profilácticas para prevenir la diarrea y limitar las interrupciones precoces del tratamiento con neratinib durante los tres primeros ciclos.
Aunque ninguna de las estrategias evaluadas consiguió reducir las discontinuaciones tempranas por diarrea por debajo del 5 por ciento, los datos indican que la escalada progresiva de dosis de neratinib podría ser la alternativa más adecuada para manejar este efecto adverso, especialmente en pacientes con mayor riesgo de toxicidad gastrointestinal.











