Un exhaustivo estudio liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), junto a colaboradores internacionales, ha determinado que los betabloqueantes no ofrecen ventajas clínicas a pacientes con función cardíaca preservada después de un infarto. Los hallazgos se han publicado en ‘The New England Journal of Medicine’ y presentados en el Congreso de la American Heart Association en Nueva Orleans, EEUU. Este análisis abarcó a 17.801 individuos de 5 estudios diferentes.
Los resultados indican que estos medicamentos, comúnmente utilizados tras un infarto agudo de miocardio, no disminuyen el riesgo de muerte, nuevos infartos ni insuficiencia cardíaca en pacientes con una función contráctil del corazón normal.
Borja Ibáñez, director científico del CNIC y líder del estudio, mencionó que se analizaron datos individuales de ensayos clínicos actuales como REBOOT, REDUCE-AMI, BETAMI, DANBLOCK y CAPITAL-RCT, todos en pacientes que, pese a haber sufrido un infarto, mantenían una función cardíaca normal (fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) ≥ 50%).
Tras casi 4 años de seguimiento, aproximadamente el 8% de los participantes experimentó un evento cardiovascular significativo, siendo esta proporción similar tanto en el grupo que recibió betabloqueantes como en el que no. Además, la investigación demostró que no existen beneficios al analizar la mortalidad, nuevos infartos, insuficiencia cardíaca o arritmias graves de manera separada.
Xavier Rosselló, cardiólogo de CNIC y coautor del estudio, destacó: «Esto muestra que no hay ningún subgrupo de pacientes post-infarto con función cardiaca normal que se beneficie de betabloqueantes».
CAMBIO DE PARADIGMA
La práctica clínica ha evolucionado significativamente, mejorando el pronóstico de los pacientes y disminuyendo la probabilidad de arritmias malignas o insuficiencia cardíaca. Este cambio se ha visto reflejado en el ensayo clínico REBOOT, que ya sugería un cambio de paradigma. «Este metaanálisis confirma de manera irrefutable lo que ya apuntaba el REBOOT: los pacientes que tras un infarto que tienen una función cardiaca normal no obtienen ningún beneficio al ser tratados con betabloqueantes», señaló Valentín Fuster, director general del CNIC.