Según una investigación del Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA) perteneciente a la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), los migrantes infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), especialmente los hombres provenientes de África subsahariana y Latinoamérica, experimentan un diagnóstico más tardío y una respuesta al tratamiento inferior en comparación con los ciudadanos españoles.
Presentado en el XVI Congreso Nacional de GeSIDA, el estudio detalla que el diagnóstico tardío ha sido un 58 por ciento más habitual en migrantes latinoamericanos y un 43 por ciento más en los de África subsahariana, manteniéndose estas cifras constantes durante los 20 años que cubre la investigación.
Por otro lado, las tasas de diagnóstico en mujeres africanas han sido similares a las de las nacidas en España, fenómeno que los investigadores atribuyen a un mayor acceso a servicios de salud materna.
PEOR RECUPERACIÓN INMUNOLÓGICA
El análisis también indica que, aunque el 90,2 por ciento de los afectados comenzaron su tratamiento antirretroviral dentro de los primeros tres meses de diagnóstico, los migrantes han mostrado una recuperación inmunológica más lenta y menos efectiva. Específicamente, los hombres de África subsahariana han registrado menores tasas de supresión viral y una recuperación más restringida de las células CD4 en comparación con los españoles. Además, se notó un abandono mayor en el seguimiento antes de completar 48 semanas de tratamiento en migrantes de Latinoamérica (5,6 por ciento) y África subsahariana (8,0 por ciento), en contraste con el 2,7 por ciento de los españoles.
Estas diferencias se deben a múltiples barreras sociales, legales, culturales y económicas, además de la inestabilidad en la vivienda y el empleo, lo que dificulta la continuidad del seguimiento médico.
Los autores del estudio enfatizan la importancia de implementar políticas de salud inclusivas y estrategias de prevención y seguimiento específicas, para asegurar una atención y resultados clínicos equitativos para los migrantes con VIH en España.
Estos hallazgos provienen de la cohorte CoRIS, que comprende datos de pacientes con VIH de 50 hospitales en España, analizando a 20.215 adultos entre 2004 y 2023, de los cuales 10.928 eran españoles y 9.287 migrantes. El estudio también consideró los cambios legislativos que afectaron el acceso a la sanidad de los migrantes en diferentes periodos (2004-2012, 2013-2018 y 2019-2023).
Durante el tiempo analizado, la proporción de migrantes en la cohorte aumentó del 37 al 59 por ciento, principalmente debido al incremento de personas de origen latinoamericano, que escaló del 15 al 48 por ciento.