Estudio revela que un manejo óptimo de inmunoglobulinas en el SNS podría ahorrar a España más de 74 millones de euros anuales

Un estudio de EY y Grifols indica que un uso óptimo de inmunoglobulinas en el SNS podría ahorrar más de 74 millones de euros al año.

Un manejo adecuado y constante de las inmunoglobulinas dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) podría representar un ahorro superior a los 74 millones de euros anuales para España, además de mejorar significativamente los resultados clínicos en pacientes con diversas afecciones como inmunodeficiencias primarias y secundarias, leucemias, mielomas y trastornos neurológicos, de acuerdo con un estudio reciente de EY y Grifols presentado este martes.

El documento titulado ‘Asegurar el tratamiento con inmunoglobulinas en España: necesidad de una regulación alternativa’ indica que el ahorro anual en el tratamiento de inmunodeficiencias primarias sería de 33,3 millones de euros; en leucemia linfocítica crónica sería de 29,8 millones de euros; y en mieloma múltiple, de 11,3 millones de euros.

Estos datos demuestran la «coste-eficiencia» del uso de las inmunoglobulinas, destacando también una mejora en la calidad de vida de más de 22.000 pacientes españoles que dependen de estos tratamientos, quienes experimentan menos hospitalizaciones, visitas médicas y cuidados intensivos, lo que supone un «alivio directo» para la sostenibilidad del sistema de salud.

«Invertir en inmunoglobulinas no es solo una cuestión económica, sino una apuesta estratégica por la salud y el bienestar de los pacientes», señaló Jaime del Barrio, asesor sénior del sector Salud y Life Sciences de EY.

El informe también menciona que la escasez de acceso o suministro estable de inmunoglobulinas agrava significativamente las complicaciones médicas en pacientes con inmunodeficiencias, aumentando la incidencia de problemas como infecciones respiratorias, meningitis o artritis séptica, y la necesidad de ingresos hospitalarios.

Además, el estudio subraya la crítica situación de España que cubre apenas un 36% de sus necesidades de plasma, muy por debajo del 63% del promedio de la Unión Europea, lo que pone en peligro la continuidad del suministro y hace al sistema más vulnerable a crisis. «La limitada disponibilidad de plasma, junto con la fuerte dependencia de terceros países, pone en riesgo el acceso de los pacientes a sus tratamientos. Por eso, es imprescindible avanzar hacia un modelo regulatorio que garantice la sostenibilidad del sistema y asegure la continuidad asistencial para quienes más lo necesitan», agregó Del Barrio.

Con las inmunoglobulinas catalogadas como medicamentos esenciales por la OMS y la EMA, y sin tratamientos alternativos disponibles, los autores del informe recalcan la necesidad de reforzar la capacidad estratégica española en este sector, así como avanzar hacia una mayor autosuficiencia en productos hospitalarios críticos.

Para mejorar esta situación, el informe destaca la importancia de promover la donación de plasma, reducir la dependencia de las importaciones y adaptar la legislación para reconocer el valor esencial y crítico de estos medicamentos, en línea con el Plan Resilient EU2030 de la Unión Europea.

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