Un reciente estudio conjunto internacional liderado por el Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, ha evidenciado que el acto de fumar incrementa las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, sin importar el subtipo específico de la enfermedad. Este descubrimiento se presentó en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), celebrada en Viena, Austria, del 15 al 19 de septiembre.
La diabetes tipo 2 se clasifica en cuatro variantes principales: SIRD, SIDD, MOD y MARD, cada una con características y complicaciones propias. Emmy Keysendal, estudiante de doctorado en el Instituto Karolinska, junto a su equipo, analizó cómo el tabaquismo, un conocido factor de riesgo para la diabetes tipo 2 en general, influye en cada uno de estos subtipos.
El estudio utilizó datos de 3.325 pacientes con diabetes tipo 2 y 3.897 controles de estudios a largo plazo en Noruega y Suecia. Los resultados mostraron que tanto los fumadores actuales como los exfumadores presentan un riesgo elevado de desarrollar todos los subtipos de diabetes tipo 2 en comparación con aquellos que nunca han fumado. En particular, la relación entre el tabaquismo y el subtipo SIRD fue destacablemente fuerte.
Los investigadores también observaron que el consumo excesivo de snus, un tipo de tabaco sin humo popular en Escandinavia, se asocia con un aumento en el riesgo de los subtipos más graves de la enfermedad. Además, el estudio sugiere que las características genéticas pueden intensificar el efecto negativo del tabaquismo en individuos predispuestos a la diabetes tipo 2.
Keysendal comentó: “Está claro que fumar aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2 independientemente del subtipo, es decir, independientemente de si la diabetes se caracteriza por resistencia a la insulina, falta de insulina, obesidad o vejez. La asociación más fuerte se observó para el subtipo caracterizado por resistencia grave a la insulina (SIRD), lo que sugiere que fumar puede contribuir a la diabetes al afectar la capacidad del cuerpo para responder a la insulina”.
Estos hallazgos subrayan la importancia de dejar de fumar como medida preventiva contra la diabetes tipo 2 y destacan el potencial de la información genética para identificar a quienes podrían beneficiarse más de apoyo adicional para abandonar el tabaco.
