La capacidad para identificar indicios de Alzheimer y otras demencias a través de estudios retinianos antes de que se manifiesten síntomas clínicos ha sido destacada en una investigación de The Jackson Laboratory en Estados Unidos.
Según la publicación en ‘Alzheimer’s & Dementia’, la investigación ha relacionado alteraciones en los microvasos de la retina de ratones con una alteración genética conocida por incrementar el riesgo de Alzheimer.
Alaina Reagan, neurocientífica en The Jackson Laboratory y líder del estudio, explicó que la retina es considerada una extensión del cerebro, pues comparten tejidos similares. Así, los cambios en los vasos sanguíneos podrían revelar problemas de salud cerebral antes de que sean evidentes.
Reagan señaló que durante una revisión ocular, la observación de cambios vasculares anómalos en la retina podría indicar problemas similares en el cerebro, lo cual ‘podría ser muy valioso para diagnósticos tempranos’.
El estudio se centró en ratones con la mutación MTHFR 677C>T, encontrada en hasta el 40% de las personas, observando vasos sanguíneos retorcidos y arterias inflamadas en las retinas a los seis meses de edad. Estos signos podrían ser indicativos de problemas más amplios, como hipertensión, que afectan al organismo en general, comentó Reagan.
Una investigación previa también mostró que los ratones con esta mutación tenían un flujo sanguíneo cerebral reducido y menos vasos en la corteza cerebral, lo que son cambios sutiles pero presentes. Además, se notaron cambios en los patrones proteicos que afectan la producción de energía celular y la estructura vascular, lo que sugiere cómo esta mutación impacta tanto al cerebro como a la retina.
Actualmente, el equipo trabaja con médicos del Northern Light Acadia Hospital en Bangor, Maine, para explorar estos vínculos en humanos y evaluar la aplicabilidad de estos hallazgos en exámenes oculares clínicos, con el fin de mejorar la detección y manejo de riesgos asociados a demencias y Alzheimer.