La doctora Carmen Ruiza, ginecóloga en la clínica Ginemed Huelva, destacó este lunes que la reproducción asistida contribuye a abordar la disminución de la natalidad en España, aunque admitió que su efectividad es limitada, enfatizando la necesidad de implementar políticas públicas complementarias.
Según Ruiza, a pesar de que muchos estudios indican que la mayoría de las mujeres en España desean tener dos hijos, la realidad muestra una tasa de fecundidad de solo 1,12 hijos por mujer, una de las más bajas en la Unión Europea. Esta situación se atribuye a factores como la inestabilidad laboral y las dificultades para acceder a vivienda, así como a la ausencia de políticas adecuadas de conciliación y las percepciones sobre la maternidad.
La reproducción asistida se ha convertido en una herramienta cada vez más utilizada para enfrentar parte de este problema, permitiendo soluciones a problemas médicos, facilitando la maternidad a edades avanzadas y ofreciendo oportunidades a personas solteras o parejas del mismo sexo.
EL PAPEL DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EN LA FERTILIDAD
Ruiza ha resaltado que las políticas públicas son fundamentales para influir en las condiciones que permiten a las personas formar una familia. Enfatizó que estas políticas no solo impactan en términos técnicos o económicos, sino que también reformulan el marco en el que se toman las decisiones sobre reproducción. Criticó la falta de medidas efectivas de conciliación, que tiene consecuencias significativas en la natalidad.
La doctora subrayó la importancia de seguir las recomendaciones del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), que incluyen promover la estabilidad laboral y el acceso a la vivienda, así como políticas de apoyo familiar y conciliación laboral, basadas en la igualdad de género. Estas medidas podrían proporcionar una solución estructural y prolongada para que las personas puedan cumplir sus deseos reproductivos y equilibrar la vida familiar y laboral.
Finalmente, Ruiza destacó la importancia de la educación sobre fertilidad desde etapas tempranas y la promoción de campañas que informen sobre los límites biológicos de la capacidad reproductiva. ‘Informan sobre salud reproductiva, promueven el diagnóstico temprano, ofrecen opciones como la vitrificación de óvulos y realizan campañas educativas. Así ayudan a que la fertilidad se entienda como parte de la planificación de vida, no solo como un problema médico’, ha concluido Ruiza.