Expertos en sarcoma de Ewing destacan los retos de su abordaje por su agresividad y baja incidencia

Expertos en sarcoma de Ewing destacan los retos de su abordaje por su agresividad y baja incidenciaANTONIO J ESPINOSA VÁZQUEZ

Más de 200 investigadores y representantes de asociaciones de pacientes sobre sarcoma de Ewing de 16 países han destacado los retos que existen a la hora de abordar la enfermedad, tanto por su agresividad y baja incidencia como por la complejidad del tratamiento, en el marco de un simposio internacional organizado por la Fundación PharmaMar.

Durante el encuentro se ha enfatizado que la baja incidencia (tres casos anuales por millón de habitantes) dificulta la investigación y la asignación de recursos, pero que se trata de una prioridad debido a que aparece sobre todo en niños y adolescentes, afectando a sus huesos y tejidos blandos.

«Para conocer cómo abordar terapias efectivas para tratar enfermedades es muy importante conocer a nivel molecular lo que ocurre en las células de los pacientes, y por ello, desde la Fundación PharmaMar hemos reunido en este simposio a grandes expertos de Estados Unidos y Europa en sarcoma de Ewing», ha declarado el presidente de la Fundación PharmaMar, José María Fernández Sousa-Faro.

El investigador del Centro Roger Cancer de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), el doctor Patrick Grohar, ha explicado que aún no se sabe la razón por la que este tumor afecta especialmente a población pediátrica, aunque ha apuntado a la posibilidad de que, al tratarse de un periodo de «enorme crecimiento», se facilita la formación de tumores y que se toleren mutaciones celulares que no serían viables en otras circunstancias.

Por su parte, el doctor del Hospital Universitario Virgen del Rocío Universidad de Sevilla Enrique de Álava ha manifestado que los últimos estudios apuntan a mecanismos clave en el desarrollo del tumor, lo que abre la puerta a nuevas dianas terapéuticas.

«El sarcoma de Ewing está caracterizado por una alteración genética muy concreta: la fusión de los genes EWSR1 y FLI1. Entender cómo funciona esta proteína de fusión nos está permitiendo descubrir vulnerabilidades del tumor, como que se vuelve más sensible a ciertos fármacos inhibidores o encontrar biomarcadores predictivos que guíen el abordaje», ha añadido.

La jornada también ha servido para poner de relieve los «grandes progresos» realizados en los últimos 40 años, tal y como ha expuesto el doctor del Mass General Hospital Cancer Center (Estados Unidos) Gregory Cote, quien ha reconocido que ya se ha «tocado techo» en algunos aspectos.

El especialista ha detallado que la combinación de estrategias terapéuticas ha permitido alcanzar tasas de supervivencia de hasta el 70 por ciento en niños y adultos jóvenes con enfermedad localizada, y en torno al 60 por ciento en pacientes mayores de 20 años.

«Sin embargo, los avances más allá de esas cifras se han estancado, y la supervivencia de los pacientes con enfermedad metastásica sigue siendo muy baja», ha recalcado Cote.

En la misma línea se ha pronunciado el doctor Javier Martín Broto, de la Fundación Jiménez Díaz Health Research Institute, quien ha afirmado que el sarcoma de Ewing requiere una atención «altamente especializada» y que el desafío «comienza desde el diagnóstico», momento en el que el paciente debe acudir a centros con experiencia en sarcomas y continuar su tratamiento en manos de equipos multidisciplinares con experiencia contrastada.

«Hoy contamos con un estándar terapéutico que permite buenos resultados en una parte importante de los pacientes, pero todavía queda entre un 35 y un 40 por ciento que no logra superar la enfermedad. Por eso es crucial seguir investigando, explorar nuevas moléculas y estrategias, e impulsar ensayos clínicos internacionales», ha añadido.

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