María José Cejudo, al frente de una farmacia en Villaverde Bajo, Madrid, ha expresado la necesidad de que las administraciones reconozcan económicamente los servicios que ofrecen las farmacias, más allá de la dispensación de fármacos, con el objetivo de «darle valor» al tiempo y recursos invertidos.
«Todo lo que no tiene un precio no le damos valor», señaló Cejudo en el evento ‘Las voces de la farmacia’, patrocinado por Europa Press y Bidafarma en conmemoración del Día Mundial del Farmacéutico. Propuso que servicios adicionales como la medición de tensión, revisión de botiquines y atención domiciliaria, sean remunerados de forma similar a la dispensación de medicamentos, que se realiza con copago según la renta.
Raquel Casado, farmacéutica en Buitrago del Lozoya, Madrid, apoyó esta iniciativa destacando la falta de valoración de ciertos servicios como los sistemas personalizados de dosificación (SPD), debido a que muchas personas los consideran una obligación de la farmacia. «Hay veces que hay personas que no lo valoran porque como llegan a la farmacia y se lo das parece que es una obligación tuya y, ahora mismo, no es ninguna obligación mía, es algo que yo hago porque creo que es bueno para el paciente», comentó.
Por su parte, Ana Núñez, desde su farmacia en Torrelodones, Madrid, remarcó la importancia de compensar el trabajo del equipo farmacéutico. «Por lo tanto, claro que tienen que ser remunerados de alguna manera. Mi equipo trabaja con mucha vocación, pero tienen que vivir de ello», afirmó.
El evento también destacó los retos comunes a diferentes tipos de farmacia en Madrid, desde rurales hasta urbanas, incluyendo la comunicación con médicos y enfermeras. Isabel Guillén, de una farmacia en Paseo de la Habana, Madrid, resaltó las dificultades en la comunicación con otros profesionales de la salud, lo que a menudo complica la dispensación de medicamentos recetados.
Las farmacéuticas también abordaron problemas como la burocracia excesiva y el desabastecimiento de medicamentos, sugiriendo que la tecnología podría aliviar estas cargas. Además, expresaron el deseo de expandir sus roles en la prevención y tratamiento de enfermedades, lo que podría desaturar el Sistema Nacional de Salud.