La consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha contestado a las declaraciones de la ministra Mónica García respecto al test para el cribado de cáncer de cérvix adquirido por el gobierno regional. Matute ha señalado que si «no le parece bien el test» «lo hubiera echado atrás» la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, que depende del Ministerio de García.
Ante las críticas de García, quien acusó al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso de optar por una sanidad «low cost», Matute ha defendido la calidad de los servicios sanitarios madrileños y ha criticado la aportación del Ministerio a la salud mental en Madrid, mencionando que es de «80 céntimos por paciente». Además, ha indicado que las acusaciones de García podrían representar un «delito de salud pública» al crear desconfianza sobre la fiabilidad de las pruebas médicas en la comunidad.
Matute ha reiterado que en Madrid se realizan cribados poblacionales de alta calidad para detectar a tiempo cualquier indicio de enfermedad. También ha lamentado la postura de García, sugiriendo que su actuación no contribuye a mejorar la sanidad sino que parece más un juego político contra la Comunidad de Madrid.